El turismo se lanza al consumo sostenible

La mayoría coinciden. Empezar no fue fácil. Les costó. No tenían apenas información. Cambiaron de planes varias veces. Pero también dicen que ahora les compensa. Y que incluso pueden afirmar que gastan menos dinero. Hablan del consumo sostenible. De la producción de energía mediante biomasa forestal en los ámbitos del turismo y la restauración. Vamos, de la eficiencia energética. Y es que dicen que el uso de la biomasa puede suponer un ahorro económico del 60%. Este fue precisamente el tema central de la jornada Com estalviar i ser eficients amb la biomassa en turisme i restauració.

Varios empresarios del sector explicaron ayer en Vila-seca –en la Facultat de Turisme i Geografia de la URV– sus experiencias. Se presentaron como casos de éxito. Como aquellos primeros ‘valientes’ que se han lanzado a la aventura sostenible. Aseguran que lo hacen por filosofía. «Porque nos debemos al entorno. Tenemos una deuda con la naturaleza, nuestro bien más preciado», señalaba Dolors Sendra, impulsora del Palauet del Priorat, en Cornudella. Son nuevos. Abrieron justo antes de Semana Santa. Y ya han vivido situaciones de todo tipo.

«Funcionamos con el método prueba- error», afirmaba Dolors con un punto de humor. Recordó que los primeros días ya vivieron una situación compleja. El hotel lleno. Un miércoles de Semana Santa. Y de repente, la caldera no funcionaba. «La pieza estaba en Madrid. ¿Qué podíamos hacer?». Ante la desesperación, optaron por probar el sistema que tenían como alternativo. Mediante chimeneas y cassetes hidros. «Y fue todo genial», afirmó.

Es una anécdota. Una experiencia de alguien que empieza y que ha apostado por otras opciones energéticas. Igual que el Hotel Terradets, de Cellers; o el camping La Noguera, de Sant Llorenç de Montgai. Ambos llevan algunos años de experiencia en la producción de energía con biomasa. Y coinciden en que les ha costado lo suyo. Pero la valoración es positiva. «Cambiamos y fuimos hacia esta dirección porque estamos en un entorno natural. Para preservar el medio ambiente. Porque tenemos un plan medioambiental interno...», explicaba Joan Oller del camping. Les costó hallar buen suministro de astilla. Pero ahora están encantados. 

Alba Serra del Hotel Terradets coincidía en prácticamente todo. Desgranó los pros y los contras.  Los ponentes subrayaron la importancia de ser sensibles con el medio ambiente. Y que merece la pena porque el ahorro energético es más reducido. «Pero el coste de mantenimiento es elevado. Es complicado conseguir un suministro de calidad», afirmó. Tras varios años, aseguraron que ya perciben un retorno. La amortización de la inversión.

Pero las grandes cadenas como la hotelera NH también se han lanzado a biomasa. En Cáceres y Jaén. Allí han dado sus primeros pasos. Y también reina el positivismo.

Donde este combustible se ve como casi ideal es en las piscinas climatizadas o los spas. «Es una renovable más», apuntó Montserrat Fuguet, técnica del proyecto Xarxa de calor de proximitat de la Diputació de Tarragona. También quiso ser clara: «No somos evangelizadores pero explicamos los beneficios que tiene».

La Diputació de Tarragona, organizadora de la jornada junto con la FEHT, lleva meses trabajando en la difusión de este tipo de energía. Quiere crear un modelo propio de referencia en el Camp de Tarragona. Ha puesto en marcha una prueba piloto. Una red de calor en 9 municipios –Alcover, Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, Montmell el, la Sénia, Rasquera, Tivissa, la Fatarella, Gandesa y Horta de Sant Joan–. Tienen un hashtag #BiomassaDipta.

Como señaló Xavier Piñero, especialista en aplicaciones energéticas con biomasa forestal, no solo hay ventajas a nivel de consumo. «También las tiene indirectas». Ahora sí, lo que queda claro es que cada cual debe valorar si, en su caso, le es viable.