Elisabeth, una actriz sin miedo a los monstruos

La pequeña bisbalenca acaba de ser reconocida como mejor actriz joven en el Festival SFAAF de Chile

24 marzo 2019 19:44 | Actualizado a 25 marzo 2019 08:45
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Elisabeth Català acaba de ganar el premio a la mejor actriz joven en el South Film and Arts Academy Festival de Chile por su papel como protagonista en el cortometraje El malvado monstruo. No estamos ante un reconocimiento cualquiera de esos que dicen: «Otro premio más para algún actor famosillo». Nada por el estilo. Pues esta joven de la Bisbal del Penedès tan solo tiene ocho años. 

El malvado monstruo, dirigido por Rubén Pascual Tardío, es un cortometraje que trata sobre los abusos sexuales infantiles en el seno familiar. Hay que decir que el film se rodó hace dos años, cuando Elisabeth acababa de cumplir seis años. 

La joven prometedora explica que «es el primer premio que ganó como actriz. Para mi es toda una sorpresa porque no pensaba que llegaría tan lejos. Así que estoy muy contenta». 

«Cuando era más pequeña hacía vídeos para divertirme y mi madre los colgaba en Instagram», así narra Elisabeth cómo empezó a ‘actuar’, un juego con su madre. Precisamente su madre, Yolanda Gomà, cuenta que «Rubén vio alguno de estos vídeos, se puso en contacto conmigo y me pidió si mi hija podía participar en una película, ya que le hacía una niña para el corto». 

Así que tras unas charlas sobre el guión y el film, Elisabeth y Yolanda se pusieron rumbo a Madrid para tres días de rodaje en una habitación infantil con una veintena de personas vinculadas a la producción. 

Pero había un gran reto. ¿Cómo puede actuar una niña de seis años en una película sobre algo tan delicado como los abusos sexuales? «En un principio no le dijimos a mi hija cual era el tema de la película -desvela Yolanda-. A diferencia de los otros actores no sabía de que iba el guión. Le decían: ahora haz como si viniera un monstruo y tuvieras miedo». 

«Una mujer que tiene que interpretar a una madre de la que abusan o un hombre que hace el papel del abusador, tienen una idea de lo que tienen que hacer, pero ella no lo sabía entonces. Más tarde ya se ha enterado, pero hasta hace poco pensaba que el corto iba de un monstruo», añade Yolanda. 

«Lo más difícil fue hacer ver como si hubiera un monstruo, porque cómo no lo veía tampoco sabía cómo imaginármelo y esto me costaba», admite la joven actriz. Ella misma dibujó un monstruo amarillo durante el rodaje para tener una imagen de él cuando apareciera en el guión. 

En muchos rodajes vemos la clásica imagen del director dando consejos a sus actores. Pero, ¿cómo se hace con una niña? «Entre Rubén y ella hubo mucha confianza -explica su madre-. La ayudaba  y la guiaba en cada momento y escena. Consiguió que una niña pequeña no se sintiera incómoda en un piso con veinte personas trabajando». 

En el festival chileno que ha premiado a la joven de la Bisbal, El malvado monstruo también ha obtenido los premios a mejor cortometraje de terror, mejor guión de cortometraje, el primer premio de la audiencia y las menciones de honor a la dirección y al diseño sonoro. Además, el corto ha sido premiado en festivales como el Canadian & International Short Film Festival o el European Cinematography Adwards, y seleccionado en certámenes de países de varios lugares del mundo, entre ellos, México, Ucrania, Kenia, Italia, India y Canadá. 

Otros proyectos
La experiencia de El malvado monstruo ha animado a Elisabeth para seguir interpretando. Como un hobby más, se ha apuntado en la escuela Buenafuente’s Actors de Reus que de la mano de Maite Buenafuente le ha permitido mejorar mucho. 

Ya ha participado en su segunda película, Adiós, Susana. Un corto, ahora mismo en posproducción, que habla del drama de la emigración. Susana es una chica colombiana con estudios que tras la muerte de su hija decide cambiar de aires, dejar su tierra y emigrar a España. Aquí solo encuentra trabajos precarios que no le permiten romper con el recuerdo de su hija perdida, personificado en la actriz de la Bisbal del Penedès.  

Yolanda explica que como madre está «muy orgullosa y contenta de que mi hija pueda cumplir su sueño. Tenemos dos hijos y siempre tendrán el apoyo de sus padres, mientras les guste lo que lo hagan. Tengo claro que cuando no quiera seguir, no la presionaré para que lo siga». 

«Elisabeth solo tiene ocho años pero es muy madura para su edad -dice su madre, al tiempo que lo constatamos en persona-. Sabe que para ser actriz hay que hacer 50.000 cástings para conseguir un sí. Pero es muy estudiosa y se aprende los guiones muy rápido. Además como tampoco baja el rendimiento en la escuela. Así que creo que lo puede hacer». 

Elisabeth es una joven actriz que ha interpretado un papel muy duro y delicado. Aunque todo empezó siendo un juego, ha demostrado que ella no le teme a los monstruos.

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