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Endesa ha unido con una línea bajo tierra centros de transformación de El Vendrell y Creixell. La obra permite cerrar un anillo eléctrico que debe garantizar el servicio a 16.000 clientes de la zona de costa ante posibles incidencias.
Los trabajos han costado 104.000 euros. Son 822 metros de cable subterráneo de media tensión que transcurre por las calles Eugeni d’Ors, d’Eliseu Meifrèn i Roig y del Mas Berenguer en Coma-ruga para unir a los dos centros que no estaban conectados entre sí.
Otra vía
El objetivo es que en caso de incidencia en una línea el suministro pueda llegar por una vía alternativa. También en caso de trabajos programados no será necesario interrumpir el suministro.
Los trabajos también han sido para dotar a los centros de transformación de sistemas que permiten accionar desde el centro de control de Barcelona, evitando el desplazamiento de personal y agilizando las reparaciones en caso de necesidad.
