Estudio para identificar refugios antiaéreos en el Penedès

El Institit d'Estudis Penedesencs ya tiene muchos localizados pero quiere ampliar el mapa

24 febrero 2020 19:22 | Actualizado a 24 febrero 2020 19:52
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Algunos fueron muy usados como el de la estación de Sant Vicenç de Calders. La zona fue un enclave ferroviario estratégico y objetivo de la aviación franquista apoyada por la italiana y la alemana Legión Cóndor. Hasta 121 bombardeos sufrió la zona. Algunos devastadores como el del 8 de octubre de 1938 que causó 43 muertos y un centenar de heridos. 

La intensidad de los ataques era tal que los vecinos del barrio ferroviario habilitaron un refugio. Al sonar las alarmas, quienes no tenían tiempo de escapar a masías cercanas como Mas Astor, Mas Borràs o al núcleo de Sant Vicenç, acudían a una galería con entrada y salida y una sala que fue punto de venta de billetes después de que las bombas destruyesen la taquilla original.

El refugio junto a la estación de Sant Vicenç era uno de los muchos que se hicieron para la protección de la población. Se conoce su historia e incluso se ha recuperado un libro con las memorias de quien pasó allí horas atemorizado. 

Fue a partir de la primavera de 1937 cuando los bombardeos comenzaron a atacar el Penedès y la población comenzó a construir refugios. Muchas veces en bajos de viviendas y en patios particulares que quedaban abiertos a la población.

Ahora el Institut d’Estudis Penedesencs (IEP), en el marco del proyecto de investigación  histórica Tots els Noms (www.totselsnoms.org), intenta localizar todos los que hubo en el Penedès. Documentarlos, cartografiarlos y conocer sus historias. 

En el Penedès hubieron tres tipos de refugios antiaéreos. Estaban los militares en los aeródromos del Vesper de la Gloriosa, como el que había en Santa Oliva. También los había públicos construidos por ayuntamientos en colaboración con la Generalitat. Y estaban los privados de vecinos. 

Como estos era el que hubo en la calle Santa Anna de El Vendrell y que también tenía entrada por la calle Progrès. Aquella vivienda, que aún se conserva, fue expropiada y en ella se instalaron ingenieros de batallón, como recuerda el historiador Alfons Vidiella. «Se reforzó con toneladas de hormigón». Vidiella recuerda que había algunos más, pero muchos han desaparecido. 

El objetivo del Institut d’Estudis Penedesencs es localizarlos todos, incluso los que no han resistido el paso del tiempo. Por ello piden información que puede aportarse a refugis@totselsnoms.org o al teléfono del IEP 669 88 29 59. Pueden aportarse datos, recuerdos, imágenes que servirán para elaborar un catálogo de los refugios aéreos del Penedès. 

"Se escuchan las explosiones. Aquí, otra allá y otra cerca del refugio"

Los más mayores aún recuerdan el sonido de los aviones. Y de las bombas mientras estaban ocultos en el refugio o en los campos cercanos al barrio ferroviario de Sant Vicenç de Calders. Y_recuerdan el miedo.

 

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