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El Ayuntamiento de Bellvei abrirá un expediente informativo para analizar qué pasó en la fiesta de Fin de Año del pabellón y llegado el caso depurar responsabilidades.
Numerosos asistentes mostraron sus quejas por las largas colas, que denunciaron que fueron de más de tres horas para entrar al recinto. También por la espera para pedir una consumición en la barra. La fiesta ofrecía 10 consumiciones por 30 euros. Pero los asistentes consideran que hubo una falta de personal para atender en las barras.
Controles
La organización argumentó las colas por los controles para identificar a los menores a los que no podía servirse alcohol y para evitar que hubiese entradas falsas. Según explicaron habían recibido el aviso de los Mossos d'Esquadra de que en el exterior del pabellón podían estar vendiéndose entradas falsas.
El Ayuntamiento señala que ni organizó ni colaboró en el evento y que sólo alquiló la instalación. Pero ante la oleada de quejas quiere saber qué pasó exactamente y llegado el caso dice que exigirá responsabilidades.
No pasó nada
La organización comprendió la molestia que generaron las esperas, pero destacó que fueron en beneficio de la seguridad de los asistentes.
Diversos afectados se mostraron dispuestos a impulsar una demanda colectiva. La organización del evento calculó en unas 180 las personas que optaron por no entrar ante las colas que había y señaló que atendería a todas las protestas.
La macro fiesta fue la primera que acogió el pabellón de Bellvei tras su remodelación para acoger actos multitudinarios.
