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«Los problemas son históricos. Ha habido una ocupación total del litoral, una erradicación de formas y una gestión y planificación pésima». Es la conclusión del consultor ambiental Xisco Roig que entre otras ha analizado la situación de la costa de El Vendrell y de Calafell.
Las playas pierden arena sin que haya aportaciones naturales desde las rieras. Con ello no sólo se ponen en riesgo ecosistemas naturales y una barrera que frene las mareas en un momento de cambio climático acelerado, sino a la economía de los municipios costeros.
¿Cómo frenar esa regresión? Roig señala que debe gestionarse en función de los tipos de playa realizando un plan de intervención de cada municipio y acciones focalizadas en cada zona de costa según sus características.
Deconstruir
Porque ahora hay playas que no tienen mucha solución si no se realizan acciones deconstructivas, como sería el caso de la de Cunit señalando a sus espigones. Pero también en anchuras de paseos marítimos en Segur de Calafell.
Para analizar la situación de la costa y las medidas que deberían implementarse para salvar las playas, representantes de 18 municipios desde Sitges a Vandellòs mantuvieron una reunión de la Taula de Municipis per un Litoral Sostenible a la que acudieron miembros del Ministerio, Generalitat y Diputació además de redactores del informe Litoral al Límite.
El objetivo es analizar qué acciones deben realizarse para el sostenimiento de las playas, pero para el que no parece que haya un consenso.
Debate
Es un debate que bascula entre quienes defienden soluciones duras aplicadas hace décadas como la construcción o mantenimiento de diques y espigones y quienes abogan por la desrigidización para eliminar construcciones de primera línea y del mar y apostar por una naturalización de las playas.
Los municipios participantes acordaron constituirse como asociación para poner en común problemáticas y poder tener fuerza y reclamar ayudas ante administraciones como la central o la Generalitat. Está por ver la efectividad de esa mesa y si se llega a acuerdos.
En la reunión se expusieron diferentes iniciativas que han comenzado a implantar los municipios como la creación de espacios de recuperación natural con la plantación de especies autóctonas y evitar el rastrillado de la arena o incluso la retirada de espigones como ha hecho Calafell.
El 59% de la franja costera catalana está urbanizada en sus 100 primeros metros con una rigidización artificial que combinada con la crecida del nivel del mar motiva una pérdida de superficie, calidad y resilencia de las playas.
La previsión más catastrofista señala que en 2035 sólo un 54% de las playas actuales tendrá la anchura necesaria para los servicios de ocio y que un 9% estén totalmente erosionadas.
Ante esas previsiones los municipios de la Taula de Municipis per un Litoral Sostenible quieren compartir experiencias para implantar medidas que protejan los arenales. Sin embargo hay fricciones entre municipios limítrofes que plantean retirar elemento duros como los espigones y quienes consideran que deben mantenerse para frenar el impacto de las mareas.
