Las direcciones generales de Costes de la Generalitat y del Ministerio serán quienes decidan el futuro del puerto de la central térmica de Cubelles que ya ha comenzado a desmantelarse.
Endesa, propietaria de la planta y de la zona que se conoce como puerto, pero que de hecho es una toma de agua que se utilizó durante la vida útil de la planta, mantendrá una reunión con los dos departamentos para planificar qué hacer con los espigones de piedra.
El desmantelamiento de la planta ya ha comenzado y una vez retirados los elementos internos empieza el derribo del edificio. Los trabajos acabarán en unos cuatro años para dejar el solar libre de edificaciones, incluida la chimenea que es símbolo de la costa del Penedès desde hace tres décadas.
Los intentos de que la chimenea quedase como emblema del pasado industrial de la zona ya se descartaron hace meses. De hecho, será de los primeros elementos que se desmantelarán. Será una obra de precisión. Primero se retirará el recubrimiento interior y posteriormente se desmontarán los 170 metros de chimenea de arriba a abajo. Incluso podrían emplearse helicópteros.
Efecto en la playa
Pero la finca de la térmica tiene otro elemento singular que es el puerto que hay frente a la planta y donde muchos vecinos se bañan y practican deportes náuticos. También en algún momento se planteó habilitarlo como puerto deportivo pero no llegó a cristalizar ninguna inversión.
Ahora el futuro del puerto queda en el aire, pero de no concretarse un destino podría desmantelarse. Una decisión que finalmente tomarán los responsables de Costas del Ministerio y la Generalitat. Desde Endesa explican que no hay nada decidido.
Moldear la playa
Tanto en Cubelles como en Cunit piden que se valoren todos los efectos que para las playas tendría la retirada de los espigones. Esas barreras de piedra han moldeado durante décadas el litoral de la zona y ahora la posible retirada tendrá nuevos efectos.
El desmantelamiento de la térmica dejará los terrenos completamente limpios. No quedará nada, explica Juan Ramón Obón responsable en Catalunya de las centrales térmicas de Endesa. El suelo seguirá de propiedad de la compañía que tampoco tiene planes para el solar.
No más fábricas
Se descarta que a la vieja planta la pueda remplazarla una de ciclo combinado como años atrás llegó a plantearse. Pero la demanda eléctrica ha bajado y no hay planes de actividad industrial para generar energía.
Así no se descarta que toda la zona pueda ser en un futuro para una promoción inmobiliaria por la privilegiada situación frente al mar. La alcaldesa de Cubelles, Rosa Fonoll, señala incluso que podría ampliarse la zona comercial anexa.
Pero es pronto para cualquier decisión. La desaparición de la fábrica y descontaminación del terreno se alargará todavía cuatro años. De hecho esa actuación ya ha comenzado y las catas realizadas en el terreno no han encontrado restos contaminantes.
La gran actuación que ya se ha hecho en este sentido ha sido la retirada del amianto que había en equipamientos interiores. También se retirará una tubería que hay bajo un parque y que era la captación del agua para refrigerar los mecanismos de la central.