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Pere Granados, alcalde de Salou, se mostró ayer plenamento convencido de que el proyecto de Hard Rock se hará oficial en los próximos seis meses, después de que la Generalitat ampliara por tres meses el pasado 5 de diciembre el plazo inicial. En caso de que se alargara en el tiempo, el ente autonómico debería revalidar nuevamente el vencimiento.
Granados no quiso aventurar la situación actual del acuerdo entre ‘la Caixa’ y la Generalitat para su posterior venta a Hard Rock, pero dejó entrever que la situación avanza y que en breve se podría hacer oficial la materialización de la compraventa.
«Yo creo que el proyecto de Hard Rock verá la luz durante el primer semestre del próximo año. Es un proyecto que está deseando todo el territorio porque genera mucha economía y ayudará a desestacionalizar la temporada turística. Por tanto, será una gran oportunidad para poder sumar de cara a la promoción turística de lo que es la temporada, siendo otro gran motor como ya lo es PortAventura», apuntó el alcalde salouense.
También recordó que «la finalidad es única: mejorar las condiciones que trabajan de forma temporal, de modo que nuestra población dejerá de trabajar sólo seis meses para poder hacerlo todo el año. Eso supondrá que se mejore notablemente la calidad de vida gracias a contratos laborales más largos».
Sobre si existen posibles sombras al respecto del proyecto, Granados quiso dejar claro que «no existen. La prueba de ello es que se ha alargado el plazo para ello» y, respecto a su convencimiento de que la iniciativa saldrá adelante, pidió a la prensa que «hagais un dogma de fe. No puedo decir más. Lo mejor es no añadir más y que se vaya trabajando en ello».
Crítica a los políticos
Pero Granados también tuvo reproches y críticas a la labor de los partidos catalanes para que Hard Rock salga adelante. Para él, «los políticos no han estado a la altura de Hard Rock», a su entender «un proyecto que es mucho más que un casino».
El alcalde cargó duramente por el retraso que sigue acumulando una iniciativa de estas características anunciada en 2012. Por ello, entiende que «los políticos son los verdaderos culpables del retraso porque una vez aprobada la ley con el apoyo del PSC a la propuesta de CiU, se tardó mucho. Para aprobar el primer Pla Director se tardó demasiado. Y también después, para hacer la revisión de este plan cuando entra en el Govern Esquerra Republicana, porque lo que se aprobó en aquel momento tampoco se veía bien y también se tardó mucho. El retraso del proyecto es culpa de los partidos representados en el Parlament de Catalunya».
