'Hay que crear un equilibrio entre la necesidad y las molestias del turismo'

Joan Pedrell, histórico restaurador cambrilense, pionero del sector turístico y actual juez de paz del municipio, ha pronunciado el pregón de la Fira de Cambrils, que llega a su 60 edición.

28 mayo 2017 15:57 | Actualizado a 28 noviembre 2017 13:46
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Pocos conocen Cambrils como Joan Pedrell. Su realidad. Su singularidad. Su gente. Y su relación con el turismo. Su familia fue pionera en el sector. Y él, al frente del histórico restaurante Joan Gatell –que cerró en 2011–, vivió desde primera línea el cambio que ha experimentado el municipio. Este domingo se sentía afortunado. Dar el pregón de la Fira (que se celebrará del 2 al 4 de junio) era para él un honor. «Cuando recibes un reconocimiento de los tuyos, es algo muy especial», decía, visiblemente emocionado.

Pedrell se ha puesto nostálgico. Ha recordado aquellos inicios incipientes del turismo, cuando Cambrils era un pequeño pueblo de cuatro o cinco mil habitantes, «y ahora ya son cuarenta o cincuenta mil». Una metamorfosis que, reconoce, se ha producido muy deprisa. Con las ventajas y desventajas que esta velocidad conlleva. «Los cambios tan rápidos comportan sacrificios, renuncias y esfuerzos», ha manifestado. Y ha lanzado un reto a sus conciudadanos: «Conseguir convertir en cambrilenses estas personas que han llegado recientemente. Que sepan quiénes son los mariners y los vilers. Que respeten y conozcan nuestra cultura y costumbres». Ha recordado su infancia hablando catalán en el patio del colegio cuando estaba prohibido. Y un reciente viaje a Alsacia donde le llamó la atención la singularidad de este territorio y su compleja realidad. Aunque sin profundizar más. No iba a hacer política. Su idea era ‘fer Cambrils’.

El pregonero se ha referido al turismo como a un fenómeno. Un fenómeno con el que hay que aprender a convivir.  «Hay que crear un equilibrio entre la necesidad del turismo y las molestias que puede ocasionar», ha afirmado, poniendo sobre la mesa una realidad quizás contradictoria: querer turismo y, al mismo tiempo, lamentarlo. No es una combinación fácil de gestionar. Pero Pedrell cree que hay herramientas para hacerlo.

Ante todo, ha señalado la importancia de preparar a la juventud para saber actuar ante esta realidad.  «Tenemos un futuro brillante si sabemos afrontarlo. Y hay que vigilar para no morir de éxito ni de complacencia», ha dicho. «No necesitamos especuladores. Ni cómplices. Sí una buena administración», ha apuntado.

Pasado, presente y futuro

Como pionero en el sector turístico, el pregonero ha subrayado la importancia de tener en cuenta las experiencias del pasado para aprovecharlas para el presente y que sean útiles en el futuro. Ha recordado su juventud en una Fira que recuerda con añoranza en la plaza del antiguo Ayuntamiento. Y cómo ha crecido en sus seis décadas de historia. «Lo que ha pasado con nuestra Fira ha sido un gran sueño», ha asegurado.

Reconocido restaurador, cofundador del Centre d’Iniciatives i Turisme, corresponsable de la instalación de la Escola d’Hoteleria i Turisme (a la que se ha referido como una de las mejores del país), fundador y presidente del Institut Català de Cuina y con un largo etcétera de iniciativas, proyectos y responsabilidades a sus espaldas, este cambrilense que ha recibido numerosos reconocimientos es ahora el juez de paz. «Es la posibilidad para hacer algo por nuestro pueblo, que tanto me ha dado y tanto quiero», ha afirmado, justo después de proclamarse las nuevas pubilles y hereus en el salón de actos del Casal de la Gent Gran. El pregón ha abierto oficialmente la Fira de Cambrils. Y a su vez, la temporada de verano.

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