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Una madre con sus dos hijos paseaban por la calle Barcelona de Salou este sábado al mediodía. Sin venir a cuento, un ciudadano francés se fijó que uno de los dos menores llevaba dos muñecas en la mano y se mofó de ello.
La madre, molesta con la actitud de este hombre de 66 años, le recriminó la acción y empezó en plena calleuna discusión que no llegó a mayores.
La mujer, enfadada por la actitud del hombre, llamó a su marido, que es agente de la Guàrdia Urbana de Reus. Al conocer la versión de su espaosa de lo ocurrido minutos antes, se fue en busca del sujeto, que se había marchado en dirección calle Major.
A las puertas del hotel Da Vinci, en la calle Major de Salou, el agente de la Guàrdia Urbana de paisano alcanzó al hombre en la puerta.
Se identificó con la placa de agente de policía para pedirle explicaciones sobre las burlas a su hijo y la discusión con su pareja.
El francés, sin mediar palabra, sacó un esprai de pimienta, y le roció a los ojos, causándole irritación y un escozor insoportable. Se solicitó ambulancia y se trasladó al agente al CAP de Salou para ser atendido. Estuvo más de dos horas en el centro sanitario antes de recibir el alta.
La Policía Local de Salou tomó cartas en el asunto. Detuvo al ciudadano francés hospedado en una de las habitaciones del hotel de la calle Major. Lo acusó de un presunto delito de atentado contra un agente de la autoridad y por el uso de una arma prohibida.
El francés pasó el domingo a disposición judicial, quedando en libertad con cargos.
