Hoteles únicos en su especie: abiertos pese al confinamiento perimetral

El Casablanca de Salou y el Adia de Cunit son dos de los hoteles que acogen a los pocos clientes que requieren alojamiento en plena pandemia

12 diciembre 2020 19:10 | Actualizado a 14 diciembre 2020 14:51
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El sector hotelero es de los más afectados por segunda ola de la pandemia por el coronavirus. El confinamiento perimetral de Catalunya y municipal, los fines de semana, que se estableció el 22 de octubre, motivó el cierre de la gran mayoría de los establecimientos ante la limitación de movilidad de los clientes.

Los establecimientos se acogieron por segunda vez al ERTE, superada la campaña estival en la que ya habían funcionado a medio gas debido a las primeras restricciones.

Para poder subsistir con menos daños de los previsibles algunos han recurrido al ingenio y a adaptarse, como ha hecho el Hotel Adia de Cunit que ha impulsado desde la gastrosiesta a habilitar habitaciones como oficina e incluso la posibilidad de alojarse un mes con todos los servicios, a excepción de las comidas, aunque estas con un precio especial. También han creado paquetes de fines de semana para los vecinos con el objetivo de paliar el confinamiento municipal.

Gastrosiesta

Igor Ventura, gerente del Adia de Cunit, explica que son iniciativas «que han permitido reducir las pérdidas. Han ayudado a minimizar los daños y a mantener activo al personal», señala.

Los servicios creados para sortear la situación han tenido una buena acogida y siguen con demanda. Ventura explicaba que no había tiempo para lamentos y debían sondearse ideas imaginativas.

Cuando se obligó a cerrar los restaurantes, se permitió el alojamiento hotelero. El establecimiento ofreció una habitación para una estancia de un par de horas que incluye la comida o la cena en el restaurante. Las dos horas de habitación, además de la comida o la cena, cuesta 25 euros para un mínimo de dos personas.

Otra de las iniciativas que ha permitido mantener el hotel abierto ha sido el alquiler de habitaciones por meses. Por 813 euros se dispone de una habitación con los servicios del hotel, menos las comidas. «Ha tenido una buena acogida y hay clientes que preguntan por esa posibilidad».

Hotel-Office

Otra posibilidad fue la de alquilar habitaciones por horas pensando en quienes deben teletrabajar y no disponen de espacios en sus domicilios. Esas habitaciones Hotel-Office se adaptan como despachos.

Una de las plataformas que trabajan con este tipo de reservas señala que agosto hubo un incremento de 37% respecto al pasado año.

En el caso de Cunit el confinamiento municipal es un varapalo, por lo que el hotel de la localidad también ideó estancias de fin de semana para los vecinos. Por 68 euros se dispone de la cena del sábado, la habitación y el almuerzo del domingo. «Ha servido para acoger a vecinos que también tenían prohibida la salida del municipio».

Salou

Otros establecimientos han apostado por seguir abiertos como el Hotel 4R Casablanca Playa de Salou, un negocio de carácter familiar y con una extensa trayectoria que ahora mismo es de los pocos con actividad entre los establecimientos que integran l’Associació Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, el polo turístico de la Costa Daurada que alberga el mayor número de plazas hoteleras.

El grupo 4R adquirió el hotel precisamente a inicios de la pandemia y en esta segunda ola decidió que el Casablanca, de 63 habitaciones y el más pequeño de sus ocho establecimientos, fuese el único que seguiría abierto. Retomó su actividad el 15 de junio, tras levantar el ERTE, y desde entonces sigue funcionando.

«Las restricciones han afectado mucho al sector hotelero. Desde que se aplicaron no es que hayamos tenido excesiva demanda, pero en nuestro caso decidimos que queríamos beneficiarnos del poco movimiento que hubiera», explica el director del Casablanca, Joaquim Díaz, sobre la apuesta de continuar.

Vila-seca

Por su parte, el Mercure Atenea Aventura, que también sigue abierto pese a las circunstancias, ofrece a sus clientes la posibilidad de optar por una tarifa muy flexible a la hora de reservar. Tanto es así, que se puede cancelar la estancia hasta el mismo día de llegada.

Además, como en los demás hoteles de la cadena, han puesto en marcha exhaustivas medidas de higiene y prevención para asegurar la seguridad de sus clientes. Entre estas, cuentan con una nueva etiqueta llamada ALLSAFE verificada por SGS que asegura una garantía sobre los nuevos protocolos y estándares de limpieza que se llevan a cabo en sus hoteles.

Cerrados

Otros establecimientos que en esta época habitualmente también seguían abiertos como el Regente Aragón o el Magnolia, ambos igualmente en Salou, prefirieron en cambio cerrar puertas.

Los huéspedes del Casablanca en las últimas semanas responden al perfil de empresarios que acuden a la Costa Daurada por motivos de trabajo, pasantes que se desplazan para visitar a algunos clientes y en especial grupos de estudiantes futbolistas que en Salou combinan su formación deportiva en el centro internacional Tecnifutbol con el aprendizaje académico en la Escola Internacional del Camp.

Estos últimos son los que más se han dejado ver, precisamente porque el cierre de otros negocios turísticos les ha llevado hasta este establecimiento. «Tenemos estudiantes europeos pero también hay algunos que vienen de suramerica», explica Díaz.

El tamaño del hotel les permite funcionar con un mínimo de entre ocho y nueve empleados. «El personal fijo oscila en función de la ocupación que tengamos y de los servicios que debamos prestar. En alguna punta de trabajo hemos contado con algún refuerzo», admite el director del Casablanca.

Ver la luz

Nada que ver, sin embargo, con la cifra de trabajadores que mueven en época alta el hotel por sus características y ubicación, a pie del paseo Miramar frente al mar. «Tenemos a empleados fijos discontinuos que ahora mismo, en la actual coyuntura, no hemos tenido que llamar», añade.

La situación actual no es muy halagüeña mientras perdure el confinamiento perimetral de Catalunya y sobre todo el municipal de fin de semana. El cambio al comarcal, que entrará en vigor el próximo fin de semana, ayuda a empezar a ver la luz al final del túnel, aunque poco cambiarán las cosas de momento.

«No es que nos ganemos la vida, porque hay semanas que van mejor y otras peor», sentencia Díaz, quien considera que el cierre de PortAventura también les ha perjudicado al tratarse el parque de un motor económico para la Costa Daurada.

Comentarios
Multimedia Diari