El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
La playa de La Pineda se ha convertido en este inicio de verano atípico en un lugar ideal para un desove de tortugas marinas (Caretta caretta), también conocidas como tortugas bobas.
Desde el pasado 29 de junio y hasta la madrugada de este miércoles día 15, posiblemente la misma hembra ha llegado a la orilla con intención de desovar. En cada una de las acciones, la hembra ha dado media vuelta y se ha sumergido en el agua considerando de que había amenazas en el entorno: ruido, personas, iluminación...
Desde el primer día en que la turtuga intentó desovar en la playa de Vila-seca, se estudió la manera de darle intimidad a la hembra y poder así culminar su objetivo, que no es otro que enterrar los huevos y volver al mar.
Luego, siendo una playa urbana y con turismo ya habría tiempo por parte de los Agents Rurals y otros expertos de trasladar los huevos o protegerlos para que eclosionaran a su debido tiempo.
Por ello, a partir de la primera incursión en la arena de la hembra, Ayuntamiento, Generalitat y el Gepec se coordinaron para proteger el desove. Se han hecho vigilancias nocturnas, se han apagado focos en primera línea del paseo Pau Casals y se han extremado las medidas para que la tortuga pudiera llegar a la arena confiada de poder desovar sin la viiglancia humana y sin ser molestada.
La inconsciencia
En la madrugada del miércoles, la tortuga volvió a La Pineda, posiblemente en dos ocasiones.
La primera reculó mucho antes de llegar a excavar un hoyo. La razón fue la presencia de un joven, posiblemente un turista de origen francés, que al ver al animal salir del agua se acercó y le besó en la cabeza. Grabó la escena e incluso la compartió por redes sociales. El vídeo incluso se observa como golpea levemente la cabeza de la hembra mientras etiqueta el vídeo con el nombre del núcleo turístico.
En la segunda incursión, la hembra habría vuelto a pisar la arena. La primera vez cerca del espigón del Racó y en la segunda en una zona más céntrica de la playa, a la altura de los Pins de Mariscal.
La hembra fue avistada por trabajadores de la concesionaria de recogida de basura, que alertó a la Policía Local de Vila-seca. Los agentes bajaron a la arena, una vez la tortuga había vuelto al mar y delimitaro la zona por si había desovado. Por la mañana se comprobó que fue otro intento fallido, el cuarto (si descontamos las molestias del turista a la hembra horas antes).
Durante la mañana de este miércoles, Policía Local y Agents Rurals de la Generalitat tuvieron conocimiento del vídeo en las redes del turista francés con la tortuga en la playa.
Ante las sospechas de que las imágenes fueran de esa misma madrugada y que la acción negligente del jovne podría constituir delito, se descargó el vídeo y se ha puesto en manos de los Mossos d’Esquadra, que deberán analizar si hay delito y si se debe imputar al protagonista de este vídeo.
Mientras, desde el Ayuntamiento se mantienen las medidas de protección para que el desove, si se da el caso, se pueda materializar con la máxima tranquilidad para la hembra. Además del retraso en la recogida de basuras y limpieza de la playa, añadido al cierre de algunas farolas de primera línea de mar, también hay un equipo del Gepec pendientes de la llegada del animal.
