Jóvenes catalanes comprometidos con el planeta, en Altafulla

Veinticinco jóvenes de distintos puntos del país participan en un campo de trabajo que llega por tercer año consecutivo

19 mayo 2017 22:24 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:35
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Veinticinco jóvenes, chicos y chicas, procedentes de distintos puntos de Catalunya participan en el Camp de treball del Gaià: un món entre Altafulla i Tamarit, con sede en el Hort de la Sínia de Altafulla, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento.

Es el tercer verano consecutivo que se lleva a cabo este campo de trabajo auspiciado por la Direcció General de Joventut, Benestar i Família de la Generalitat de Catalunya. Esta vez hay un solo turno, integrado por jóvenes de ambos sexos, comprendidos entre los 14 y 17 años de edad. A lo largo de quince días se ponen a trabajar con el objetivo de contribuir a la sostenibilidad de una parcela de nuestro planeta Tierra. Una parcela pequeña pero «singular y valorada por todos, a caballo de los términos de Altafulla y Tarragona, como la desembocadura del Gaià, un río diezmado, pero que entre todos hemos de recuperar», indicó Fèlix Alonso, alcalde de Altafulla, en un encuentro, el sábado, con los jóvenes participantes del campo de trabajo.

Esta juventud que según Montse Castellarnau, concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Altafulla «lleva en su ADN la sensibilidad y respeto por el medio ambiente», tienen el campamento en el Camping Santa Eulalia, de la família Vallverdú, que ha dado toda clase de facilidades para el alojamiento.

Cañizares invasores

La tarea de estos jóvenes se traduce en trabajos dedicados a la erradicación de cañizares invasores, o de otras espécies vegetales exóticas, que invaden la desembocadura del río Gaià y la construcción de cajas nido para aves, en la playa de Tamarit. También acometen distintas actuaciones, sea la adecuación y limpieza de caminos u otros rincones emblemáticos del término municipal, como los alrededores de la ermita de Sant Antoni.

En esta edición la mayoría de los jóvenes participantes «proceden de las comarcas de Barcelona», subraya Javier Llopart, que junto con Carlota y Judit, coordinan el campo de trabajo estival. Compartiendo un breve espacio de tiempo con los integrantes del campo, rápidamente uno se da cuenta del buen ambiente y camaradería que impera en el grupo. Lo corroboraba Arnau Cirac, joven quinceañero de Vilassar de Mar: “Llegamos aquí 25 desconocidos, pero al día siguiente ya éramos una gran família”. Les une el verano, el compañerismo, la estima por la naturaleza y el compromiso con el medio ambiente.

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