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El Barri Antic de Cambrils se vistió ayer de gala para celebrar la puesta en marcha de la Oficina Local d’Habitatge, un nuevo servicio que se ubica en el histórico edificio del Forn del Tallero. La alcaldesa, Camí Mendoza; el responsable del Servei Territorial d’Habitatge de la Generalitat a Tarragona, Josep Maria Juncosa, y la concejala de Benestar, Drets Socials i Salut, Hélène Arcelin, fueron los encargados de inaugurar las instalaciones de la oficina en un acto que reunió a políticos y vecinos del barrio.
La alcaldesa recordó en su parlamento el obrador que acogió este edificio durante muchos años. «Recuerdo cuando era pequeña e íbamos a comprar el pan y sentías el olor a pan recién hecho. Ya no hace ese olor tan característico pero aquí se conserva el horno», apuntó Mendoza, que añadió que el inmueble conservará su parte cultural además de la parte de servicios. «Cada vez hay más personas que necesitan ayuda en materia de vivienda. Este equipamiento las ayudará y también servirá para dinamizar el barrio», manifestó.
Fue a finales del año pasado cuando el gobierno de Mendoza anunció que la oficina se ubicaría en el Forn del Tallero. El consistorio destinó más de 200.000 euros para equipar el edificio y la contratación de personal, una selección que se hizo en verano.
La oficina se encargará de gestionar las actividades y servicios de ámbito social, como la tramitación de expedientes de prestaciones de carácter especial y urgente para el pago de la vivienda; la tramitación de prestaciones para el pago de alquileres y otras ayudas de los programas sociales de vivienda. Además, se seguirán haciendo las inscripciones en el Registre de Sol·licitants d’Habitatges amb Protecció Oficial y otros derivados de los programas para la promoción y el acceso a este tipo de viviendas.
Tras inaugurar oficialmente el servicio, ahora el gobierno tiene pendiente la licitación del diagnóstico, elaboración y redacción del Pla Local d’Habitatge de Cambrils, un proceso que se quiere iniciar a principios del próximo año y que ofercerá una visión más clara sobre la situación actual en este ámbito social.
Un obrador del siglo XIX
En el acto el director del Museu d’Història de Cambrils, Gerard Martí, explicó cómo fueron los inicios de este equipamiento que cuenta con una superficie total de 464 metros cuadrados divididos en una planta baja y tres plantas superiores. El edificio se abrió inicialmente como un obrador que funcionó desde el siglo XIXI hasta los años 70.
Tras su cierre, el consistorio lo adquirió en 2003, aprovechando la Llei de Barris de la Generalitat, para que se convirtiera en un nuevo equipamiento municipal. En julio de 2010 se iniciaron las obras de restauración del inmueble que contaban con un presupuesto total de ejecución de 839.909 euros, subvencionado en un 50% por la ley de la administración catalana. El objetivo era cuidar la parte patrimonial con la idea de que el espacio funcionara como un museo porque se habían recuperado las herramientas originales que se utilizaban en esta primera época. Además se construyeron más plantas para que el edificio también acogiera un servicio que no entró en funcionamiento por la crisis económica.
La voluntad del gobierno tripartito de PSC, ERC e ICV era que el inmueble se convirtiera en la sede del Consorci de Benestar Social del Baix Camp. En su momento se llegó a declarar que sería el primer consorcio público de gestión de servicios sociales del Camp de Tarragona y uno de los primeros de Catalunya por dimensión, ya que preveía un presupuesto anual de 4,5 millones de euros y una cobertura del servicio de 87.000 euros.
No obstante en junio de 2011, cuando ya se había formado el nuevo gobierno local, se conoció que el departamento de Economia i Finances de la Generalitat no podía hacer frente a la aportación económica necesaria para constituir la sociedad y finalmente se desestimó el proyecto.
