La ambigüedad del alcalde de Salou en el Procés

Pere Granados, líder de las siglas FUPS (Formació Unitat per Salou) vota en contra de rechazar el referéndum independentista, pero a su vez defiende su compromiso con el ordenamiento jurídico. ¿Contradictorio?

05 julio 2017 13:03 | Actualizado a 05 julio 2017 13:33
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El pleno de Salou, que ha finalizado minutos después de las 14.30 horas, ha dejado un único punto en la memoria colectiva. La moción presentada por el PP que pedía al Ayuntamiento un posicionamiento de rechazo al referéndum independentista.

La votación final ha sido de 11 votos en contra de esta petición de los populares (FUPS, PDCat, ERC y Guanyem Salou) y 10 a favor: PP, PSC y Ciutadans.

Había morbo informativo sobre cómo se desarrollaria la votación en el pleno, puesto que el alcalde Pere Granados (FUPS) ha afirmado siempre que es un defensor de la legalidad y que nadie puede tener una mínima sospecha de sentirse orgulloso de ser catalán, español y defensor de la Constitución.

Ante este dilema, el abogado salouense, debería haber secundado la moción del PP. Pero al mismo tiempo, está harto de haber de reafirmar su posicionamiento cada vez que alguien le pregunta su papel en el referéndum programado para el 1 de Octubre.

Por ello, más allá de los reproches y el debate entre formaciones sobre la legalidad del referéndum, faltaba ver cómo defendían su postura parte del equipo de gobierno (el PSC ya se había pronunciado a favor de la moción de los Populares), formado por FUPS y PDCat.

La opción tomada ha sido salomónica. FUPS ha leído su comunicado y PDCat ha defendido su argumentación. Ambos, pero, han votado lo mismo: rechazo de la moción y por tanto, apoyo a la posible celebración del referéndum independentista de Catalunya.

A excepción de FUPS (y del silencio que siempre acompaña al concejal Vicente Macías de Guanyem Salou), el resto de formaciones defendieron sus ideales políticos. La formación municipalista, no.

La concejal María José Rodríguez fue la portavoz y leyó un escueto comunicado: "Respeto a la moción presentada por el PP, donde se pide un posicionamiento firme a la legalidad vigente, los regidores de FUPS queremos dejar claro, una vez más, que desde el mismo día que tomamos posesión de nuestro cargo siempre hemos sido y estaremos comprometidos con el ordenamiento jurídico y el cumplimiento de la ley conforme el Estatut de Autonomia y la Constitución; acatando siempre las resoluciones dictadas por el TC y los tribunales de justicia".

"Y en este sentido, no estaremos con aquellas iniciativas o procesos que no tengan cobertura ni garantías legales, o no tengan un absoluto respeto hacia el estado democrático y de derecho. Por todo esto, y dado que nuestra posición ha sido siempre y es de respecto a la ley, entendemos que esta moción no aporta nada y es totalmente innecesaria, y por eso la votaremos en contra".

El alcalde Pere Granados ha explicado tras el plenario que la respuesta de su compañera de filas es coherente: "no entramos en el fondo de la moción, sino que rechazamos esta moción". En otras palabras, el voto era más contra los populares que a favor de celebrar el referéndum, aunque la suma de votos transmita otro mensaje.

Aunque los partidos a favor de la consulta han ganado esta batalla en el pleno de Salou, el alcalde ha dejado claro que cuando haya una resolución del Tribunal Constitucional, la acatará. Y que si piden que no se ceden espacios, Salou no dejará locales para poner las urnas.

PP y Ciutadans han criticado esta ambigüedad de discurso y voto y consideran que como partido municipalista, la abstención le hubiera dejado en mejor lugar.

 

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