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«El acceso a Cap Salou por la avenida que desemboca en el hotel Negresco está totalmente a oscuras por la noche desde mediados del pasado verano», lamenta Fernando Jhon Marcusson, presidente de la Associació de Veïns de Cap Salou. Hay farolas, pero muchas no funcionan debido al robo de cable eléctrico que ha sufrido la zona en reiteradas ocasiones. «Sólo hay dos encendidas a pesar de que es una calle muy transitada –es una de las entradas principales al barrio, aunque no la única–», critica otra vecina. Allí hay viviendas, segundas residencias y apartamentos turísticos.
El mantenimiento de este vial, denominado avenida de Cap Salou, depende del consorcio del Centre Recreatiu i Turístic (CRT). Concretamente de Lumine. Pero dadas las deficiencias y las continuas quejas de los residentes, el Ayuntamiento de Salou ha decidido asumir su gestión y la de la avenida de la Pedrera y la Platja Llarga (vial de servicio y zona verde). La junta de gobierno local ha aprobado esta semana, por vía de urgencia, un expediente administrativo de contratación para llevar a cabo obras de reparación del alumbrado público en estos espacios.
El consistorio invertirá 138.092 euros en esta actuación, que comenzará previsiblemente a mediados de febrero y durará tres meses. Este proyecto, redactado por los servicios técnicos municipales de ingeniería, pretende acabar con la «degradación de las instalaciones de alumbrado público», maltrechas con «puntos de luz que no se encienden, farolas estropeadas que no han sido repuestas y robos del conductor eléctrico que las alimenta».
«Cuando llueve, la falta de luz es un peligro. Los conductores no ven los ‘lagos’ de agua que se forman», comenta otra vecina.
La reparación incluirá la instalación de bombillas Led, un sistema energético más eficiente que, según el Ayuntamiento, supondrá un ahorro de más 98.000 kw al año.
El consistorio ha asumido el mantenimiento integral de estas calles: jardinería, saneamiento o recogida de basuras. «Estos viales cada vez son más utilizados, especialmente la Platja Llarga, que queda integrada en el camino de ronda y en verano estuvo privada de iluminación durante muchos días», indican fuentes municipales.
Bien recibido
El presidente de la Associació de Veïns de Cap Salou se felicita por esta decisión: «Llevábamos tiempo reclamando que el Ayuntamiento se hiciese cargo de esta zona». De hecho, los vecinos se muestran muy críticos con las carencias que sufre este núcleo. ?«La situación en todo Cap Salou es vergonzosa», selaña un residente.
El centro de sus quejas son la limpieza («contenedores sucios o falta de papeleras»), el mal estado (o la ausencia) de algunas aceras, el riesgo de incendio en las zonas boscosas o la falta de servicios públicos, como una escuela –había una proyectada pero la Generalitat la desestimó–. «Hay una falta clara de mantenimiento. Las raíces de los árboles han levantado aceras, hay bancos para sentarse rotos, adoquines en el suelo resquebrajados...», concluye un vecino.
