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La polémica barandilla roja del puente de la antigua N-340 de Cambrils ya es historia. Este pasado martes se iniciaron los trabajos para sustituir la baranda por otra de acero con la que se acabarán los problemas de visibilidad. El concejal de Serveis, Medi Ambient i Obra Pública, Antonio Laguna, confirmó ayer al Diari que las obras para cambiar el elemento estaban avanzando rápido y que a finales de esta semana ya estarían acabadas.
La nueva barandilla de acero inoxidable marino sigue la misma línea estética de la del resto de barandas instaladas en los otros puentes del municipio. La única diferencia es que esta tiene otro barrote más por motivos de seguridad. Un elemento que ha tenido un coste de diseño e instalación de cerca de 25.000 euros. «Creo que la seguridad de las personas está por encima de todo. El Ayuntamiento debe velar por la seguridad. Con esta baranda los problemas de visibilidad se acaban definitivamente», señaló el edil.
El tramo remodelado se abrió al tráfico a finales de junio del pasado año. Días después de esta apertura, los conductores empezaron a quejarse de la barandilla roja que dificultaba ver con claridad si había un coche cruzando el puente. El problema del desnivel de este paso, sumado a los barrotes de la baranda que estaban muy juntos, provocaron varios problemas a los usuarios, que criticaron esta estructura. En su momento, el concejal explicó que «la nueva normativa es más restrictiva» y se había optado por una barandilla que no fuera escalable.
Pero tras recibir varias quejas, el consistorio se puso manos a la obra para solucionar este punto conflictivo. «Actuamos desde el primer día.
Detectamos que con el desnivel había varios problemas. Se hizo un estudio para instalar otro tipo de barandilla específica que se adaptara a las medidas del puente y ahora se ha rectificado», apuntó Laguna.
El concejal añadió que la baranda roja se colocará en otro punto de la localidad, aunque todavía no se ha decidido.
Tercera fase lista
El responsable del área de Obra Pública también apuntó que la tercera fase del proyecto finalizará a finales de febrero. Con un importe de 209.135,93 euros, esta parte se ha centrado en la pavimentación del nuevo paseo de seis metros de ancho, los trabajos de ajardinamiento, los parterres laterales de la avenida Baix Camp y la instalación del alumbrado público.
Por otro lado, la cuarta y última fase consistirá en la urbanización de la avenida Baix Camp, en el trozo que va desde la avenida Adelaida hasta el Camí de la Creu, donde estaba situado el antiguo Lidl. Este parte tiene un presupuesto de ejecución de 87.742,21 euros y servirá para unir el puente con el paseo que se inauguró en 2011.
Además, el gobierno está pendiente que se urbanice el descampado que hay justo en la avenida Adelaida con Nova Augusta y que funciona como un parking. Está previsto que se instale un nuevo Mercadona y se construya el segundo carril de la avenida Adelaida.
Una construcción que podría iniciarse el próximo mes de octubre. «Esta parte es muy importante porque es cuando realmente el paseo estará acabado y estarán todos los carriles construidos», apuntó Laguna.
