La demolición del puente de la N-340 de Cambrils inicia la cuenta atrás

La próxima semana se firma el acta de comprobación de replanteo, que marca el inicio de las obras que durarán 12 meses

19 mayo 2017 15:34 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:34
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La obra más importante que se debe acometer en Cambrils en los próximos meses empezará por un derribo de un puente anacrónico a los tiempos que corren. Se trata de la supresión de un tramo de la actual avenida Baix Camp, una mole de cemento que cruza la Riera d’Alforja y no hace tantos años era una carretera nacional con mucho tráfico: N-340.

La adjudicación de las obras de la primera fase, que consisten en la demolición del puente y la urbanización parcial de la avenida Baix Camp, fue para la empresa Roma Infraestructures i Serveis, que ganó el concurso hace pocos meses por delante de otras ocho firmas competidoras y rebajó en 192.000 en precio de licitación que superaba el millón de euros.

Fuentes municipales han confirmado que la próxima semana se firmará el acta de comprobación de replanteo, el documento que activa el contrato por valor de 959.014 euros. Incluye la demolición, urbanización de la avenida Baix Camp y construcción del nuevo puente.

El proyecto ejecutivo de esta primera fase de las obras se aprobó en Junta de Gobierno Local el 23 de septiembre. De esta forma, la empresa ya puede iniciar los preparativos para la demolición del puente y la urbanización parcial de la avenida Baix Camp. La empresa también debe acometer la fase dos del proyecto, la construcción del nuevo puente, y por ello el contrato que firmará la semana que viene le da un plazo de 30 días para presentar el proyecto ejecutivo de esta fase. El proyecto básico ya se aprobó hace un año y el informe de la Agència Catalana de l’Aigua para poder levantar el nuevo puente también es favorable.

Cuando los servicios técnicos validen el proyecto ejecutivo de la segunda fase (no puede derribarse el puente sin tener aprobado cómo será el nuevo), Roma Infraestructures i Serveis tendrá un plazo de 12 meses para demoler el viejo puente, urbanizar parcialmente la avenida Baix Camp y levantar la nueva infraestructura que sortea el cauce de la Riera d’Alforja.

Esta tramitación deja entrever que el inicio de las obras todavía está lejos y que faltará ver si el derribo del puente puede llevarse a cabo en plena temporada estival. Lo que sí es cierto es que la firma del replanteo impide demorar más esta obra necesaria.

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