La estación intermodal de Vila-seca se construirá en 2026 y costará 35 millones

El Ministerio se compromete con los ayuntamientos y la Generalitat a impulsar este proyecto que conectará con el tranvía. Los estudios apuntan a unos 700.000 usuarios anuales

02 abril 2022 11:50 | Actualizado a 02 abril 2022 12:09
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Reunión de peso sin precedentes ayer en la Subdelegación del Gobierno en Tarragona, donde el conjunto de las partes implicadas tomaron acuerdos significativos en materia ferroviaria, que deben servir para empezar a corregir los déficits que presenta el actual mapa. Esta sirvió para certificar el compromiso para impulsar definitivamente la futura estación intermodal, que tal y como avanzó este medio se construirá en el término municipal de Vila-seca, en el cruce de vías entre la línea del Corredor del Mediterrani y la vía convencional Tarragona-Reus.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) venía con los deberes hechos y con datos técnicos que acallaron de antemano la posibilidad de voces críticas. Según explicó el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, las obras para la construcción de la nueva terminal deben estar en marcha en 2026 y, por este motivo, los calendarios para la tramitación se acelerarán al máximo para que esto sea una realidad. «El objetivo es poder licitar el estudio informativo y el proyecto constructivo de forma simultánea para ganar tiempo. Hay acuerdo y podemos asumirlo», afirmó Flores. Estos estudios son los que acabarán de detallar la inversión definitiva, que inicialmente se ha cifrado en 35 millones de euros.

La propuesta que hace el Mitma y Adif entierra definitivamente la opción inicial, que preveía construir esta estación junto a la T-11, en terrenos de Reus. Según explicó Flores «mantenemos una accesibilidad viaria similar a la que tenía la estación central y la conectividad con el aeropuerto». La nueva intermodal estará ligeramente más alejada del aeródromo, sin embargo, los estudios previos apuntan que la distancia en tiempo de recorrido era de 5 minutos en la propuesta inicial, mientras que la opción de Vila-seca se sitúa a siete minutos. Este era el compromiso que la Generalita y el Estado suscribieron el 2 de agosto del año pasado, cuando se reunieron para abordar la ampliación del aeropuerto de El Prat, y resolvieron la configuración de un sistema en red, con Reus y Girona como terminales satélite, con sus estaciones de alta velocidad.

Asimismo, la futura estación sigue conectada con las principales rutas viarias como son la T-11, la C-14, la AP-7 y la A-7, con tiempos de acceso en vehículo privado «equivalentes». Los cálculos iniciales sitúan el emplazamiento a doce minutos en coche desde Tarragona –inicialmente eran ocho– y a siete de Reus –antes nueve–.

«Hay acuerdo y podemos asumir que en 2026 esté en obras»
Xavier Flores. Secretario general de Infraestructuras

No obstante, el elemento que ha decantado la balanza ha sido que la opción de Vila-seca está en un nudo estratégico de comunicaciones, lo que además del vehículo privado y el transporte público por carretera, suma a los usuarios potenciales del servicio de Cercanías y Regionales, además de los del Alta Velocidad. Esto, defendió Flores, constituye un «valor añadido» que sitúa en 700.000 viajeros al año la cifra de pasajeros potenciales que podrían utilizar esta estación, según los primeros estudios de demanda. Una cifra que «puede ir a más» y que acabará de perfilarse en los próximos estudios. No obstante, Flores ya anticipó que «lo prepararemos para asumir posibles crecimientos».

Dos niveles

Durante la reunión ya se presentaron las primeras imágenes de la futura estación, con los andenes situados uno encima de los otros. En la parte superior se construirá el vestíbulo central, en el que se volcarán todos los servicios pertinentes. Arriba llegará la línea de Cercanías y Regionales, con una longitud de 220 metros y una anchura de cinco. En cuanto a la parte inferior podrá accederse a la alta velocidad por el Corredor del Mediterrani, de 400 metros de longitud y 5,5 de ancho. El acceso entre ambos niveles se resolverá mediante una pasarela elevada. Asimismo, está previsto que tenga una zona de aparcamiento para vehículos privados y para los autobuses y las lanzaderas que conectarán con el aeropuerto. En este caso, la zona de terrenos pertenece al municipio de Reus.

Por su parte, el secretario general de la Vicepresidència, Polítiques Digitals i Territori de la Generalitat de Catalunya, Ricard Font, confirmó que la futura terminal ferroviaria estará conectada con el tranvía. «No será una estación en medio de la nada. Esto ya lo hemos hecho. Será una estación urbana con una movilidad urbana», garantizó. La Generalitat puso en valor que este es un proyecto con una «visión metropolitana» y que está pensada para «ofrecer una buena conectividad a los municipios, mediante un buen servicio de autobuses y otros nodos de transporte». Al respecto, Font quiso insistir en que la futura terminal «no será un bolet».

Consenso territorial

El proyecto cuenta con el beneplácito de los seis alcaldes que forman parte del Pacte d’Infraestructures, junto con la Generalitat. Ayer estos conocían todos los detalles de una propuesta que también suma el apoyo de la Diputació de Tarragona. Su presidenta, Noemí Llauradó, resaltó que «cuando cerramos filas para mejorar la movilidad de este territorio avanzamos de la mano».

Por su parte, el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, afirmó que se están «deshaciendo los nudos de un mapa que era desordenado y complicado». El máximo representante tarraconense puso en valor que la ubicación que se ha decidido finalmente refuerza el sentido de las alegaciones que el Ayuntamiento de Tarragona hizo en su momento, respecto al proyecto del tranvía, y que finalmente hicieron que la propuesta que seguirá adelante contemple la construcción de una nueva vía desde Tarragona a Vila-seca, a través de los barrios de Ponent. Con todo, apuntó que «es una solución muy buena para la intermodalidad», ya que incluso podrá llegarse en carril bici.

«No será una estación en medio de la nada. Esto ya lo hemos hecho. Será una estación urbana»
Ricard Font. Secretario de Vicepresidència

El alcalde de Reus, Carles Pellicer también se sumaba a este consenso y calificaba la reunión de ayer de «jornada histórica», en la que «mediante el consenso territorial estamos ubicando la estación aeroportuaria en el centro de la área metropolitana».

Vila-seca ha sido el municipio afortunado gracias a una posición estratégica sobre la que incluso su alcalde, Pere Segura, bromeó. «Somos neutrales como Suiza y estamos un poco en el medio». Esto comportó que en el momento de la construcción de estas grandes infraestructuras, el territorio pagara unos importantes costes, que ahora se verán recompensados con esta nueva estación, que formará parte de un nudo más amplio, ejerciendo de rótula central del futuro sistema tranviario. Con todo, Segura valoró que «será la primera estación del Camp de Tarragona intermodal en todo su significado».

Con este acuerdo se pone definitivamente hilo en la aguja a una reivindicación histórica que se iniciaba hace más de veinte años. Y es que, en el mes de enero de 2002 se resolvió ubicar esta estación al lado de la autovía entre Tarragona y Reus, una decisión que llegó tras largos meses de disputas en los que se debatió si esta era la opción más acertada. No obstante, en aquellos momentos el Ministerio de Fomento ya planteó la posibilidad de situarla cerca del barrio de La Plana, que es la que se ha acabado imponiendo. En aquellos momentos el Ejecutivo Central se inclinó por Reus.

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