La expropiación de terrenos del Barranc de Barenys dará comienzo en semanas

La Agència Catalana de l’Aigua será quien se encargue de llevar adelante el proyecto y de pagar unos 4 millones a los 27 afectados. La ejecución de la obra asciende a 10 millones

08 septiembre 2020 19:00 | Actualizado a 09 septiembre 2020 05:12
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El proyecto para evitar las inundaciones que provoca el Barranc de Barenys en Salou está cerca de llegar a un punto de inflexión. Tras años suspirando por llevar adelante la canalización de esta obra, finalmente será este otoño cuando comience la fase de expropiación de los terrenos entre la vía férrea y el paseo Miramar.

Las expropiaciones ascienden a 4 millones de euros y la ejecución de la obra, a 10 millones de euros.

El coste de dichas obras y de las expropiaciones previstas correrán a cargo del ACA (Agència Catalana de l’Aigua).

La resolución de las expropiaciones ha tenido como objetivo tener la plena disponibilidad de los terrenos para empezar a ejecutar los trabajos. La Generalitat se comprometió en su momento a reservar una partida de esos 4 millones para adquirir las 27 fincas afectadas por el paso del barranco. Una vez realizados esos trámites, se accederá a la licitación y adjudicación de las obras de derribo y posterior construcción. En un principio, los trabajos debían iniciarse para principios de 2021.

El alcalde de Salou, Pere Granados, ha reunido con el presidente y miembros de la Junta de la Associació de Veïns de Barenys para informarles sobre las fechas en que comenzará dicha fase de expropiación de los terrenos y que supone «el punto de partida de uno de los proyectos más importantes que tiene Salou en este momento, dado que resolverá el problema de la inundabilidad y de saneamiento que sufre el Barri de la Salut», según el alcalde.

La aprobación definitiva

Fue a inicios de julio cuando el proyecto recibió la aprobación final después de que se hubiera retrasado por innumerables circunstancias y prolongado en el tiempo por diferentes razones. El plan debe servir para evitar que se produzcan inundaciones en un futuro en esta zona tan castigada de Salou.

La aprobación de hace dos meses para que sea el ACA quien se encargue de la financiación del proyecto supone un punto y seguido muy importante en el largo y tortuoso proceso que ha supuesto graves quebraderos de cabeza para Salou y, especialmente, a la zona más afectadas cada vez que se registra un episodio de fuertes lluvias en la capital de la Costa Daurada.

El procedimiento de expropiación de los terrenos, que debe permitir el pago de las indemnizaciones a los afectados, exigirá celeridad a la Agència Catalana de l’Aigua para que el proyecto tenga todas las garantías de financiación para licitar la obra cuanto antes.

Por su parte, los representantes de la Associació de Veïns de Barenys se han mostrado satisfechos por la información recibida por el consistorio y han manifestado que lo que esperan es que el proyecto, expropiaciones iniciales incluidas, se haga realidad lo antes posible. Algunos de ellos señalaron ayer al Diari estar «confiados en que el proceso culminará en los próximos meses» para que luego «por fin comiencen las obras de Barenys. Creo que todos los vecinos de zona ya suspiramos porque comiencen los trabajos a pesar de lo que supondrán estas obras para el vecindario».

De Q-200 a Q-500

Tras los diferentes retrasos por culpa en buena medida de que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) emitiera una sentencia que obligaba a replantearse el primer proyecto –lo que llevó a cambiar la propuesta inicial que contemplaba un caudal Q-200 por otro Q-500–, la Generalitat dio el definitivo visto bueno.

Pero el TSJC anuló en noviembre de 2015 el planteamiento inicial al considerar que no servía para resolver el problema de las inundaciones en La Salut. Entendía, entre otras razones, que el cauce previsto en aquel primer proyecto contemplaba un caudal Q-200 (es decir, riesgo de inundaciones cada 200 años), cuando lo idóneo es que fuera un Q-500.

Fue en octubre de 2018 cuando el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, explicó que antes de acabar el año la Agència Catalana de l’Aigua debía aprobar definitivamente el proyecto.

Sin embargo, ha sido a inicios del pasado mes de julio de este año -con dos años de retraso- cuando el ACA ha dado luz verde. Ahora dos meses después de aquella aprobación comenzará el procedimiento expropiatorio que se materializará en breve espacio de tiempo.

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