La familia del mantero muerto pide justicia y la reapertura del caso

El entorno de la víctima denuncia «irregularidades» y «mentiras» durante el transcurso de la investigación judicial

12 agosto 2017 15:08 | Actualizado a 12 agosto 2017 15:10
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El 11 de agosto de 2015, Mor Sylla, mantero senegalés, moría en el marco de una operación policial contra el top manta en el municipio de Salou. El fallecimiento, a pesar de que el magistrado del juzgado número 4 de Tarragona cerrara el caso descartando que los Mossos d’Esquadra tuvieran ninguna implicación con el episodio, sigue generando controversia entre los familiares y el círculo más cercano de Sylla y ahora aseguran que tienen «los ingredientes necesarios para reabrir el caso» .

Ayer por la mañana, cuando se cumplían dos años de los hechos, familiares de la víctima se concentraron de forma pacífica  en la plaza de la Pau de Salou para reclamar esta reapertura. Ibrahima Sylla, hermano de la víctima, habló de que en la reconstrucción de los hechos hay una serie de «irregularidades» y «mentiras» propiciadas por testigos protegidos de la investigación que «mintieron al juez». Además añadió que los agentes «violaron» la orden dictada que estipulaba que accedieran al piso a las seis de la mañana y entraron una hora antes, ya que la ambulancia del SEM se activó a las 5:15. 

Ibrahima afirmó que lleva dos años estudiando el caso y se mostraba convencido diciendo que «los trece agentes tuvieron la responsabilidad de la muerte de mi hermano». Uno de los puntos en el que fomenta su tesis es  el hecho de que los cuerpos policiales no recurrieron a la justicia con las grabaciones para resolver el caso y las dos horas de grabación, entre las 5 y las 7 que reproducirían el momento de los hechos, no se tuvieron en cuenta.

Ni sillas ni mesas

Otro de los pilares del estudio del caso fueron las valoraciones emitidas por distintas personas en calidad de testigos protegidos que estuvieron en el bar de debajo del balcón donde sucedieron los hechos y en consecuencia habrían sido testimonios directos de la muerte del mantero. En la defensa sostenían que se encontraban sentados en las mesas de dicho bar pero la defensa subraya que a la hora en la que se produjo la caída que acabó con su vida el bar estaría cerrado: «Delante de mi letrado el propietario del bar me dijo, ‘cuando cayó el negro el bar no estaba abierto’», constataba Ibrahima. De este modo, añadía, «los testigos protegidos habrían mentido ante el juez». 

El hermano de la víctima habló de él como un ejemplo a seguir y negó rotundamente que fuera el líder de ninguna banda organizada. Asimismo, reiteró que lo que ellos buscan no es conseguir la cabeza de ningún policía ni una venganza personal, sino que de una vez por todas se haga justicia y se acepte hacer una reconstrucción de los hechos.

Durante el acto celebrado en la plaza de la Pau se pudieron ver camisetas con el mensaje «Tots Som Mor Sylla», además de una pancarta con el mensaje «La familia pide la reapertura del caso» acompañada de una foto de la víctima junto a sus dos hijas.

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