La icónica moto italiana despide la Festa Major de Salou

XII Trobada Scooterista. El paseo de Jaume I se llenó de Vespas de diferentes estilos que captaron la atención de decenas de personas

11 febrero 2019 09:55 | Actualizado a 11 febrero 2019 09:57
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U n viaje en el tiempo. Esta era la sensación que muchos salouenses y visitantes tenían ayer mientras paseaban por el paseo de Jaume I. Aún con restos de confeti de la 39 edición del Cós Blanc, que se había celebrado el día anterior, la calle se convirtió en un escaparate de las motos italianas más icónicas con la XII Trobada Scooterista. 

En el paseo se pudieron ver cerca de cuarenta Vespas, el vehículo que nació de la mano del grupo Piaggio a finales de los años 40. Una moto que estuvo muy de moda entre los años 50 y 70, de hecho apareció en el cine por primera vez gracias a la película Vacaciones en Roma, que ayer pudo verse en diferentes estilos. 

Entre los modelos expuestos no faltaron la Lambretta, la Sprint y la Piaggio, entre otros, que llamaron la atención de los presentes en una mañana en la que el viento se convirtió en el invitado no deseado. Una exposición en la que no faltó el color más significativo de la Vespa, el rojo, así como en otros tonos como verde militar, gris, azul, beis o verde menta. Tampoco faltaron los diseños rayados y los personalizados, como una motocicleta llena de imágenes personales del propietario. 

Los visitantes no perdieron la oportunidad de poder fotografiar estos vehículos históricos y hablar con alguno de los dueños. Además, muchos tampoco perdieron detalle de diferentes partes de la moto, como las ruedas o los faros. De hecho, bastaba con mirar estos elementos para darse cuenta de la evolución que habían experimentado las Vespas con el paso del tiempo. Otra de las motos que atrajo todas las miradas, sobre todo la de los más pequeños, fue una negra con sidecar. Una muestra entretenida que hizo disfrutar a niños y adultos y que también sirvió a los propietarios para presumir de su niña bonita. Algunos no dudaron en encenderlas para que los interesados pudieran escuchar el moto o bien la bocina, que asustó a más de uno. 

Tras casi una hora y media expuestas, las Vespas iniciaron una ruta por el paseo ante la atenta mirada de los presentes. 
Mil raciones de fideos negros 

El último día de la Festa Major d’Hivern de Salou también contó con otros actos, como la fideuada popular en el Club Nàutic. Un evento en el que se sirvieron mil raciones de fideos negros por un precio de 1 euro. Además, se celebró un concierto benéfico en la Torre Vella a cargo de la Escola de Música de Salou. 

Por la tarde, los salouenses disfrutaron del correfoc de diables que se inició en la calle Barcelona hasta llegar a la plaza de la Pau, donde se hizo el baile final de todas las collas participantes. La fiesta se dio por finalizada con el espectáculo pirotécnico y el baile con la orquesta Nueva Etapa en la carpa.  
 

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