La proliferación de okupas preocupa a vecinos de Vilafortuny

Los vecinos temen que la urbanización se acabe convirtiendo en un punto de referencia para el movimiento okupa

19 mayo 2017 22:29 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:02
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Desde hace meses, los habitantes de la urbanización Vilafortuny viven con preocupación la proliferación de casas okupadas. Recientemente, han salido a la luz nuevos casos que han hecho saltar las alarmas entre la población. El último caso que se ha dado a conocer se sitúa en la calle Arístides Maiol, donde hay localizada una casa que fue embargada por el banco y que posteriormente fue okupada por una familia. El problema, tal como explican los vecinos que prefieren conservar su anonimato, no reside en el hecho que vivan en esa casa, sino que hagan uso de las zonas comunitarias sin permiso y que hayan empalmado los cables de electricidad y suministro de agua. «Representa un problema para ellos, pero también para el resto de vecinos. Quién sabe si un día de estos una chispa da inicio a un incendio que nos afecte a todos. Se debe poner fin», lamenta uno de los vecinos de la zona.

 

Las compañías, notificadas

Las compañías de suministros, Endesa y Comaigua, han sido notificadas en numerosas ocasiones. En el caso de la compañía eléctrica, Endesa está al corriente de dichas irregularidades desde hace meses. Una vez detectadas, se corta la luz a los usuarios. Aún así, es muy común que se ‘reenganchen’ a la corriente.

 

El último caso detectado

La comunidad de vecinos de Villajardín ha sido la última en vivir esta situación. Situada en la calle Arístides Maiol, la vivienda fue embargada por el banco y se deshauciaron sus dueños. Actualmente, la propiedad está al cargo de SAREB(Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria). Aunque hace cosa de cinco meses que los okupas viven en dicha vivienda, no ha sido hasta hace unas semanas que los vecinos se han percatado de que no son inquilinos ni dueños. «Un día nos cruzamos con ellos y les preguntamos si eran bien inquilinos o si habían comprado la casa. Amablemente, nos comentaron que no eran ni una cosa ni otra, sino que eran okupas», reconoce uno de los afectados.

Vecinos de la urbanización temen que Vilafortuny se acabe convirtiendo en una zona okupa-friendly. «Si se corre la voz sobre las casas que han sido desahuciadas, Vilafortuny pronto se convertirá en un un punto de referencia para otras familias okupas», alertan.

Los afectados aseguran haber avisado reiteradamente tanto a la Policía Local de Cambrils como los Mossos d’Esquadra. Sin embargo, reconocen que la ley no está de su parte y que el proceso judicial que se debe llevar a cabo para poner fin a estas situaciones es largo y costoso.

 

El historial de okupas

No es la primera vez que Vilfortuny reivindica estas situaciones. Hace meses que alertan de la proliferación del movimiento okupa en sus calles. La avenida de las Flores, el Vial del Cavet o la calle de la Roca son otros ejemplos de vías donde se han instalado familias de forma ilegal, aunque reconocen que no son casos aislados. Todas ellas comparten un mismo componente: las casas que ocupan pertenecen al banco y han sido deshauciadas previamente. «Aunque se amparen en el discurso de que el banco ha dejado sin casa a otros y que la vivienda se ha quedado vacía, esto no les da derecho a entrar a vivir en ella sin pagar nada. Si todos hiciéramos lo mismo sería un caos. El colmo llega cuando además usan las zonas comunitarias sin permiso», lamenta otro de los habitantes de Vilafortuny.

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