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El Cós Blanc 2017 sigue inmerso en una polémica constante. Más de la mitad de las collas participantes pararon ayer a última hora de la tarde mientras hacían los últimos retoques para hablar nuevamente del proceso de subvenciones municipales que se ha instaurado este año. En él, la mitad del dinero se concede por haber participado en la rúa de la tarde, y el otro 50% del importe hay que justificar los gastos con la presentación de las facturas. Un importe justificado al que se abonará la mitad del mismo, tal y como establece la ley en materia de ayudas de esta índole. La primera parte de la ayuda ya está pagada a las entidades y la segunda, en función de la presentación de las facturas al área de Cultura i Festes del Ayuntamiento.
Con esta fórmula, para cobrar los 1.300 euros máximos que establece por comparsa el convenio (aprobado hace una semana en el pleno de enero), las collas reciben 650 euros sin justificante (por participar) y deben presentar facturas por valor de 1.300 para cobrar los otros 650 de tope. Si se presenta una cantidad inferior, se dividirá en dos y la mitad será lo que el Ayuntamiento pague. Así lo han confirmado varias agrupaciones al Diari.
Ante este nuevo modelo, las collas ya se sublevaron hace días e incluso antes del pleno hubo conato de boicotear el desfile de invierno más popular de la provincia antes de los Carnavales. Primero por las formas en que se presentó, el día 25 de enero, a las puertas de la fiesta. Y segundo porque algunas de las participantes dependen del dinero para poder gestionar los recursos y tener disfraces y decorada la carroza.
Por todo ello, en la reunión improvisada de la noche del jueves se acordó protestar con el nuevo formato del convenio y retrasar la salida 30 minutos. Hay que recordar que las agrupaciones han decidido que pasada la fiesta mayore de invierno pedirán retoques en el convenio para 2018.
