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El segundo grupo de 4.300 británicos del Saloufest volvió ayer a su país. Dejó un balance de 19 multas, de 300 euros cada una, por incumplimiento de la ordenanza de civismo y convivencia –la mayoría por beber alcohol y orinar en la calle–, según el Ayuntamiento de Salou. Esta cifra supone cinco sanciones menos que la registrada por la primera tanda, formada por 4.600 jóvenes. «Es una cantidad de multas muy reducida si se compara con las que se producen en plena temporada alta, cuando en Salou hay unos 200.000 turistas de golpe», apuntan fuentes municipales. Anualmente recibe dos millones de visitantes.
El consistorio señala que este segundo grupo no ha protagonizado «ningún incidente remarcable». «Los organizadores han incrementado el control», añade. La primera tanda causó un gran revuelo mediático tras los actos incívicos que causó en el estadio municipal de Reus y porque una participante de 21 años se encuentra en estado grave tras precipitarse de la cuarta planta del hotel donde se alojaba –fuentes policiales indican que pudo ser un intento de suicidio–. Todavía falta por llegar un tercer grupo, con 600 jóvenes más, que estará en Salou desde el martes hasta el sábado.
La Patrulla Jove de la Policía Local seguirá repartiendo folletos con información sobre la ordenanza de civismo para evitar que la incumplan.
