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Cunit todavía no ha logrado cubrir las plazas de socorristas y de vigilancia de las playas. El Ayuntamiento es de los pocos de la demarcación que opta por una contratación directa del personal, socorrista a socorrista, en lugar de dar la concesión a una empresa.
Sin embargo esa modalidad dificulta las contrataciones por las exigencias para un trabajo de apenas es de tres meses al año. Esta temporada se ha unido la situación de alarma sanitaria que ha retrasado todos los procesos administrativos.
Responsabilidad
El Ayuntamiento asegura que sigue con la tramitación, pero las playas ya están abiertas a la espera de que se incorpore un personal que no sólo deberá realizar tareas de vigilancia y rescates sino que tendrá la misión de controlar que se cumpla con la distancia social.
La situación hace que muchos vecinos señalen que van a comenzar a llegar gran cantidad de visitantes y las playas carecen de vigilancia, lo que puede suponer un peligro. De hecho la situación exige a los bañistas extremar la precaución y el sentido común. En las playas no pueden ondear las banderas que indican el estado del mar ya que esa responsabilidad la asumen los socorristas teniendo en cuenta la situación de cada momento.
17 contratos
El Ayuntamiento tiene previsto contratar a 17 personas de las que 14 tendrán titulación de socorrista y podrán hacer rescates y 3 serán vigilantes para prevenir acciones de riesgo en el mar y el comportamiento responsable en la arena por la situación sanitaria. Otras seis personas tendrán la misión específica de información de las medidas de prevención en playas por el coronavirus.
Esta temporada ya se acordó acercar a la costa la línea de boyas que delimita la zona de baño. El lugar de estar a unos 200 metros se han puesto a 125, a la altura de los espigones. El objetivo es que sea más fácil el control de ese área delimitada a los bañistas y donde se hace pie, y facilitar posibles rescates.
Playas del Baix Penedès reducen la superficie de baño para facilitar la vigilancia
Los socorristas asumirán este año la tarea de intentar que los bañistas tengan comportamiento responsables y mantengan la necesaria distancia de seguridad. Los vigilantes han alertado que esa tarea puede entorpecer al control de actitudes sensatas de los bañistas a la hora de entrar al mar.
Este año la vigilancia de playas contará con un dron, una embarcación, un quad, kayaks y patinetes eléctricos.
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