Las playas de la Costa Daurada llegan a Semana Santa en estado óptimo

La situación ha mejorado respecto al año pasado. Aún así, sigue la preocupación por la pérdida de arena constante

17 abril 2019 09:36 | Actualizado a 17 abril 2019 09:40
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Las playas de la Costa Daurada llegan a Semana Santa en buena forma pero la pérdida de arena que llevan sufriendo en los últimos años es una de las principales preocupaciones del territorio. Aun así, parece ser que la situación se ha estabilizado después que el año pasado por estas mismas fechas algunas playas se quedaran prácticamente sin arena tras el temporal del mes de marzo. 

Los municipios costeros se han puesto las pilas para que el litoral estuviera en óptimas condiciones por Semana Santa ya que son uno de los principales incentivos turísticos de la zona.  

Este año Salou ha iniciado una prueba piloto para evitar la regresión de arena. El consistorio instaló el pasado mes de marzo unas redes de contención de un metro de alto en puntos estratégicos del litoral donde se acumula la arena ya sea por el viento u otros factores climatológicos. Según fuentes municipales, el objetivo es que la arena que se acumule delante de estas infraestructuras se pueda recuperar. Estas mallas se matendrán hasta el mes de mayo: «Si vemos que funciona, de cara al año que viene lo instalaremos en todas las playas», explican. Este año se han colocado en la playa de Ponent, Llevant y Capellans. 

La falta de arena es especialmente preocupante en la playa Llarga y la cala Llenguadets, ubicadas en Cap Salou. Ambas playas no han conseguido recuperarse de los últimos temporales. En la cala Llenguadets apenas hay 10 metros de arena. El Ayuntamiento tiene prevista una actuación especial en este lugar para que este año sí pueda instalarse un chiringuito. Cabe recordar que la temporada pasada el establecimiento no pudo abrir después de 18 años por falta de espacio. 

Ante esta situación el consistorio encargó un estudio científico sobre la regresión de las playas a la Universitat Politècnica de Catalunya por 19.360 euros. El objetivo es determinar las causas de la falta de arena en las playas. Y analizar qué impacto tienen efectos naturales como el cambio climático o bien las acciones que se realizan desde infraestructuras como el Port de Tarragona. 

Tanto en Salou como en Vila-seca, en la playa de La Pineda, prevén llevar a cabo los trabajos de reposición de arena durante el mes de mayo para evitar que los temporales se lleven parte del litoral. Pero lo que sí que han hecho en ambos municipios es nivelar la arena y también han realizado tareas de limpieza. 

En el caso de Cambrils, estos días también se ha trabajado en eliminar las irregularidades de las playas delante de las zonas hoteleras que tienen abiertos sus establecimientos por Semana Santa. Se han realizado distintas actuaciones en la playa de Llevant, Ponent, así como en toda la playa del Regueral. 

Después de unos años en los que los temporales descarnaron la playa del Francàs en El Vendrell, parece que esta temporada el frente litoral en la zona está estabilizado. No obstante desde el Ayuntamiento se realiza un seguimiento periódico para controlar la regresión de la arena.

La pasada temporada esa playa del Francàs prácticamente desapareció en algunos momentos, lo que obligó a realizar aportaciones de emergencia por parte del Ministerio. El motivo fue por un cambio del comportamiento de las corrientes marinas y se explicó que se haría un estudio para determinar los motivos, pero de momento no se han hecho públicos. En todo caso el Ministerio señaló que reserva una partida presupuestaria para actuar en casos de emergencia ante los efectos de un temporal que pueda descarnar las playas.

La situación se repite desde hace unas temporadas en la costa del Baix Penedès. Playas como las de Calafell, sobre todo en la zona de Mas Mel, sufrieron el efecto de los temporales que generaron una gran dentellada en la costa. Para intentar generar reservas de arena a los que acudir en caso de necesidad, el Ayuntamiento planteó crear a lo largo de toda la playa de Segur de Calafell, en una franja junto al paseo marítimo para la plantación de especies vegetales autóctonas y no retirar las algas que arrastra el mar ya que se ha comprobado que son retenedores de arena.

En caso de viento, esos restos vegetales retienen arena y van conformando pequeñas dunas que crecen con el tiempo. Es lo que sucede en la playa virgen de Les Madrigueres de El Vendrell, un espacio sin urbanizar y protegido. Las algas que arrastra la marea quedan sobre la playa dando lugar a esas concentraciones de arena y asentando la costa. Los ecologistas señalan que esa acción natural es la más efectiva para lograr unas playas estables resistentes a las mareas.

En caso de necesidad, tanto El Vendrell como Calafell han aprovechado la arena que se acumula junto a sus puertos deportivos para distribuirla en las zonas donde la erosión de las playas ha sido más intensa.

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