El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
En las últimas semanas, Cambrils ha sido noticia por perder dos de las líneas educativas, un hecho que ha movilizado a la comunidad educativa y al consistorio, que han luchado por mantener sus 15 clases y han recogido firmas para bajar la ratio de los alumnos. Las escuelas afectadas son la de Marinada y la de Joan Ardèvol. Fue precisamente este centro el que ayer por la tarde acogió la asamblea de la Federació d’Associacions de Mares i Pares d’Alumnes de Catalunya (FAPAC) del Camp de Tarragona.
Cerca de veinte representantes de las diferentes AMPA de los colegios tarraconenses se dieron cita en este encuentro presidido por el director de la escuela local, Enric Masdeu; el concejal de Ensenyament del Ayuntamiento de Cambrils, Alejandro García; la Directora Territorial d’Ensenyament a Tarragona, Imma Reguant, y el inspector jefe de Serveis Territorials, Valero Camps.
La reunión sirvió para repasar la memoria de todo el curso 2017-18, ratificar la nueva junta y diseñar y aprobar una hoja de ruta que incluye las acciones y ejes de trabajo de las AMPA para el próximo curso. Según explicó Laura Moreno, miembro de la comunidad, los objetivos son conseguir que la escuela inclusiva sea una realidad, velar para que las instalaciones de todos los centros sean correctas y luchar contra la segregación escolar, en especial, en las aulas de secundaria. Este tema sirvió para que Valero Camps diera un taller. Además, también se organizó una charla sobre los retos de la escuela rural.
Menos alumnos, más calidad
En referencia al problema cambrilense, Moreno apuntó que los cierres se han hecho visibles gracias a la comunidad educativa, que ha luchado activamente para poder mantener todas las líneas. «Desde la FAPAC iniciamos hace tiempo una campaña para bajar la ratio a 20, no queremos que haya una masificación en las aulas. Si se reduce la ratio, se mejora la calidad. Hay estudios que lo demuestran», señaló.
La representante lamentó que por segundo año consecutivo, el Marinada y el Joan Ardèvol pierdan clases. «Si se hubiera respetado el pacto que había para fijar la ratio en 23 alumnos se podían haber mantenido», aseguró Moreno, que añadió que las prematriculaciones para el próximo curso han sido muy buenas. «Pediremos para el año que viene que se baje la ratio porque este cierre no solo afecta a las escuelas, también a los profesores, al comedor, al servicio de acogida...», dijo.
Inclusión y cohesión
En cuanto a los objetivos de la administración, Reguant apuntó que se quiere impulsar el currículum por competencias; trabajar la inclusión y cohesión en las aulas; invertir en la formación del profesorado y en la formación profesional, y potenciar la autonomía en los centros. «Debemos apretar en los temas de innovación en las escuelas», afirmó.
Por su parte, Alejandro García explicó que desde la concejalía se está trabajando en un plan educativo de entorno para establecer futuras estrategias y en consolidar la oferta de formación profesional. «Nuestro objetivo es disminuir el fracaso escolar», aseguró el concejal.
