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«No queremos problemas. Si no hay permiso municipal, aplazamos la inauguración aunque creemos que cumplimos con todos los requisitos». Así se expresó ayer por la tarde Ginés Martínez, administrador de la empresa GMS Productes SL, la máxima accionista de la discoteca Les Carpes de Roda. Hacía esta reflexión tras aplazar por segunda vez esta temporada la apertura de uno de los puntos de encuentro de la marcha de la Costa Daurada y desde hacía años ostentando el título de la discoteca más grande de Catalunya.
Pero la publicidad que invitaba a la inaguración de las tres carpas para minutos antes de esta medianoche no corresponde a la realidad.
El Ayuntamiento de Roda de Berà envió ayer un comunicado advirtiendo que «Les Carpes siguen sin tener licencia y por tanto, se prohíbe la apertura». El comunicado explica que «el consistorio ha ratificado la orden de prohibición y ha comunicado a los promotores del espacio nocturno que no pueden abrir sin haber presentado la documentación suficiente para el cumplimiento de las condiciones técnicas y obtener la apertura de actividades recreativas».
Poco antes de las 14 horas, la empresa depositó más documentación en el registro de entrada. «Hemos cumplido con todo lo que nos piden», recordaba Martínez. Lo cierto es que desde el decreto de Alcaldía del 28 de abril, se ha entrado y aprobado un proyecto de prevención y extinción de incendios.
Sin embargo, esta documentación avalada por la Direcció General de Prevenció de la Generalitat, pedía a la empresa documentación complementaria, que ayer entró en el registro poco antes de la hora de comer.
El Ayuntamiento ha contestado a la empresa que «esta documentación se procederá a pedir los informes preceptivos correspondientes a Protección de Salud, Seguridad Ciudadana y al Servei per a la Prevenció de la Contaminació Acústica i Lumínica». Por tanto, hasta que estos organismos no validen la documentación entrada ayer, la discoteca y su personal no podrán abrir esta temporada.
Más allá de acatar las órdenes, la Policía Local de Roda de Berà y los Mossos velarán por el cumplimiento de la ordenanza municipal.
