A principios de marzo la Guardia Civil interceptó un camión cargado de tabaco de las marcas más conocidas y detuvo a un hombre. El camión iba hacia una nave industrial de Vilanova y se decomisaron 230.000 paquetes valorados en un millón de euros.
Pero la investigación permitió descubrir que en Llorenç del Penedès había otra nave en la que la organización criminal tenía la cadena principal de producción de tabaco. En la nave había la maquinaria necesaria para picar las hojas de tabaco y preparar los cigarrillos.
100 cajas
El seguimiento de la instalación permitió comprobar cómo a la nave llegaba un camión con matrícula polaca y que descargaba 100 cajas de cartón de gran tamaño. La investigación ya había recogido suficientes pruebas y se desplegó un operativo con el nombre Rigola que ha permitido la detención de 16 personas.
También se han decomisado 10.500 kilos de hoja y picadura de tabaco de contrabando, 230.000 paquetes de dos de las marcas más conocidas, máquinas para la producción de cigarrillos, cuatro coches y herramientas.
Estiércol
En la nave de Llorenç también se encontraron diez sacos llenos de estiércol. La Guardia Civil cree que la banda lo utilizaba para mezclarlo con el tabaco.
En este sentido se han enviado pruebas al instituto de toxicología para que analicen el material. En caso afirmativo además del delito fiscal podría imputarse a los detenidos otro contra la salud pública.
La investigación comenzó entorno a un grupo criminal al que la Guardia Civil intervino dos contenedores de tabaco de contrabando procedentes del sudeste asiático.
Los agentes identificaron a la persona responsable del material para investigar la relación que tenía con terceras personas. Los detenidos han pasado a disposición del juzgado de El Vendrell. La investigación calcula que los beneficios que podría haber obtenido la banda son de entre 3 y 4 millones de euros.