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La madre de un menor de 15 años natural de Denia (Alicante) respiró tranquila el sábado por la tarde cuando una llamada de la Policía Nacional le explicaba que su hijo había sido localizado en Cambrils, provincia de Tarragona. No se lo pensó dos veces. Cogió el coche y recorrió la distancia entre las dos ciudades para recoger a su hijo, con quien podría haber tenido una pelea que terminó en huída de casa del adolescente.
El sábado por la mañana, la Policía Local de Cambrils recibió una llamada de la Policía Nacional de Alicante. Un menor de 15 años se había fugado de casa y el paradero posible sería la villa marinera. Las sospechas recaían en que el chaval tendría amigos en Cambrils.
Se desconocía qué medio de transporte habría utilizado el chaval para llegar a Catalunya. Se sospechaba del autobús, pero no se descartaba otro medio de transporte como el tren.
La patrulla comprobó que había un tren que procedía de Lorca –concretamente un Talgo– y que paraba en Cambrils a las 15.16 horas. Los agentes tenían la descripción del niño y la ropa que llevaría puesta. Si fallaba el tren, se haría una inspección a la estación de autobuses, donde se esperaba un vehículo alrededor de las cuatro de la tarde.
La primera vigilancia obtuvo recompensa. Los agentes divisaron al menor y se identificaron. No hubo resistencia y admitió que se había ido de casa. Estaba bien de salud, por lo que no precisó asistencia médica.
Los agentes lo acompañaron hasta la comisaría de la Policía Local de Cambrils y desde allí llamaron a la Policía Nacional y a sus homónimos de Denia, ciudad de residencia de esta familia. También se realizaron gestiones por protocolo con la Fiscalía de Menores y la Direcciód’Atenció a la Infància i Adolescència (DGAIA) de la Generalitat.
El menor estuvo en la comisaría cambrilense hasta bien entrada la noche, cuando su madre entró por la puerta para recogerlo. Había recibido la buena noticia y no dudó en coger su coche y subir hasta la villa marinera para abrazar y llevarse a su hijo para casa.
