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Los Mossos d’Esquadra asumirán las gestión de policía administrativa en Calafell, que ahora ostenta la Policía Local. Estas tareas consisten en el control de horarios de los locales de ocio, la venta de alcohol y el acceso a discotecas de menores o los ruidos. Además de esa medida, el Ayuntamiento colocará cuatro cámaras de vigilancia en la calle Monturiol, donde se concentra el ocio nocturno.
Los Mossos ya ejercieron las tareas de la policía administrativa en Calafell hasta que hace más de una década el Ayuntamiento solicitó gestionar esa función. El retorno de la Policía administrativa a los Mossos es una de las medidas que se acordaron en la junta de seguridad que se celebró ayer en Calafell con presencia de todos los cuerpos policiales y del delegado de gobierno.
Alarmas
Era una junta extraordinaria a petición del alcalde, Ramon Ferré, para analizar la situación tras una pelea multitudinaria hace unas semanas en la calle de ocio nocturno que levantó las alarmas. Los cuerpos de seguridad consideran esa pelea como puntual, pero acordaron acciones para evitar que se puedan reproducir situaciones similares.
Entre las actuaciones habrá un incremento de patrullas de Mossos con agentes locales y el Ayuntamiento colocará cuatro cámaras de vigilancia conectadas con las dependencias policiales que deben servir para controlar la zona y poder agilizar un despliegue en caso de emergencia o para identificar a los que puedan causar desórdenes. El alcalde, Ramon Ferré, señaló que ya se ha pedido autorización y reservado un presupuesto para la colocación de los dispositivos, por lo que pidió «agilidad» a los organismos que autorizan el encendido de las cámaras. De hecho, esa medida ya la dictó el juzgado de El Vendrell durante la pasada legislatura, sin que se llevase a cabo.
De cara a los meses de verano también se planificarán acciones puntuales de vigilancia para prevenir desórdenes.
