Los Mossos defienden su actuación el día en que murió un detenido en Salou

Dicen que era un caso de violencia de género y que el arresto se realizó de forma 'correcta', según los protocolos establecidos

19 mayo 2017 23:26 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:44
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Los Mossos d’Esquadra defienden la actuación de los agentes que participaron en el operativo policial que acabó con la muerte de Juan Carlos Prieto el día 2 de abril de 2014 en un piso de la calle Brussel·les de Salou. Fuentes oficiales de la policía catalana manifestaron ayer a este rotativo que fue una actuación policial «correcta». Apuntaron que se desplazaron hasta el lugar de los hechos por un caso de violencia de género, y que «la detención se aplicó según los protocolos establecidos».

Además, los Mossos recordaron que, tras haber elaborado un atestado –como hacen cada vez que se produce una muerte en un caso–, la autoridad judicial pertinente archivó la causa hasta dos veces y los familiares del fallecido presentaron un recurso que fue de nuevo desestimado. Dictaron sobreseimiento provisional. Pero ahora piden reabrir el procedimiento mediante una querella criminal que presentaron el lunes ante el juzgado de guardia de Tarragona, donde acusan a un sargento, un cabo y ocho agentes del cuerpo de un delito de imprudencia grave con resultado de muerte y otro de lesiones. La denuncia está firmada por el padre de Juan Carlos, José Manuel Prieto, y su entonces pareja, Bárbara Gerindote, que se hallaba en el piso de Salou cuando llegaron los efectivos.

El hecho de si fue un caso de violencia de género o un episodio psiquiátrico es uno de los principales puntos de discrepancia entre la policía y la familia de Prieto, que era consumidor habitual de cocaína. Si bien los Mossos han defendido desde el primer momento que era un caso de violencia de género ya que el hombre estaba agrediendo a su pareja cuando los agentes llegaron a su domicilio, la familia defiende que las cosas ocurrieron de otra manera. Según explica su abogado, Carles Herrera, y también relata el texto de la querella, Juan Carlos Prieto llamó él mismo al 112 y al 061 hasta doce veces en una hora, señalando que tenía un ataque de pánico y necesitaba ayuda. Aseguran que sufrió un episodio de crisis psiquiátrica.

«Cuando llegó el jefe del operativo policial, en lugar de aplicar los protocolos establecidos como emergencia psiquiátrica aplicó los de violencia de género», lamentan los familiares. De hecho, la autopsia apunta que en el mecanismo de muerte contribuyeron varios factores de riesgo: la cocaína, el estrés de contención y la detención y el estado de excitación y agresividad en el que se encontraba (delirio).

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