Los ediles del PSC de Vila-seca plantan al partido y lo dejan sin representantes

Acusan al candidato socialista actual de difamarles y de cambiar la cerradura del local de la agrupación para que no pudieran entrar

19 mayo 2017 23:26 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:45
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El PSC se ha quedado sin representación en el Ayuntamiento de Vila-seca. Los hasta ahora concejales del grupo municipal socialista –Alberto Miñambres, Begoña Esther Álvarez, José Miguel Avilés y Jaime Salvadó– han decidido abandonar el grupo y pasar a ser concejales no adscritos. Notificaron su decisión el jueves, y hoy la baja ya será efectiva.

Los ediles argumentan que, desde que manifestaron públicamente que no apoyaban al actual candidato socialista a las elecciones municipales, «hemos mantenido una actitud prudente para agotar la legislatura con las siglas con las que nos presentamos en 2011, sin interferir y respetando el trabajo de la agrupación local». Pero critican una estrategia «difamatoria» del actual candidato del PSCrespecto a los miembros del grupo, algo que se suma al hecho de que «la semana pasada nos hallamos cambiada la cerradura de la puerta del local de la agrupación sin ninguna comunicación previa». Insisten en que se les ha querido impedir el acceso, y que el hecho ha sido «decisivo» para tomar la decisión de abandonar el grupo municipal.

En un comunicado difundido ayer, los concejales lamentan haber tenido que tomar la decisión, y manifiestan su voluntad de «seguir trabajando para la ciudadanía de Vila-seca, porque las ideas están muy por encima de las siglas de los partidos y de las actitudes de algunas personas que sólo buscan su protagonismo a costa de desmerecer el trabajo de los demás».

Los concejales, a partir de esta semana ediles no adscritos, ya habían decidido no presentarse. Aseguran que primero no se opusieron a la candidatura de Ander Bastarretxea a las próximas elecciones, pero que posteriormente sucedieron hechos que les llevaron a no mostrarle su apoyo.

Alberto Miñambres, hasta ahora portavoz socialista, señala que «queríamos acabar con cierta tranquilidad. Pero las cosas no acaban como tú quieres, sino como te obligan a hacerlo». Y apunta que «puede parecer incomprensible hacerlo a tres meses de las elecciones, pero antes de otras cosas está la dignidad».

 

‘Nadie les ha difamado’

Por su parte, Bastarretxea asegura que se enteró de la decisión de los concejales por la prensa. «No sabía nada hasta ahora. Nadie les ha difamado. Si cambiamos la cerradura fue porque entraron a robar y nos quitaron el televisor», apunta. Y añade: «Ellos hace cuatro años que no van al local, y durante este tiempo no han hecho oposición».

Miñambres asegura que fue él quien se encontró la cerradura cambiada. «Vi que no podía, pedí entrar y me dijeron que no. Me negaron el acceso. Ya por la noche me llamaron desde Tarragona dando explicaciones. Finalmente, tomamos la decisión los cuatro, todos a una».

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