El 'falso' yihadista dejó mensajes crípticos en el hotel de Vila-seca donde se alojó

El hombre ha sido detenido este lunes a primera hora de la mañana en el área de servicio de Vandellòs i l'Hospitalet

17 diciembre 2018 17:43 | Actualizado a 17 diciembre 2018 19:48
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El servicio de habitaciones de un hotel situado en la avenida Ramon d’Olzina de Vila-seca se encontró la habitación desordenada. Hasta aquí, nada fuera de lo normal en la limpieza diari de un hotel. Sin embargo, las pintadas de tres sietes «777» en el espejo del baño junto a un «Dios, gracias» (en castellano), otros «777» en el portarollos del papel higiénico o siete papelitos colocados en el bidet extrañaron a la camarera de habitación de que aquello no era normal.

La misma trabajadora, cuando colocó el mando del televisor y vio que el botón del siete había sido borrado, no dudó en llamar a su jefe de lo encontrado. La dirección del hotel llamó entonces a los Mossos d’Esquadra. El cliente de aquella habitación podía ser potencialmente peligroso. 

La limpieza de la habitación, en la tarde de este pasado domingo, quedó a medias mientras llegaba una patrulla de los Mossos d’Esquadra para verificar las sospechas de que aquellos mensajes encriptados podían ser potencialmente peligrosos. Los agentes preguntaron a recepción por los datos del hombre alojado y allí supieron que se trataba de Khalid Makran, un ciudadano con pasaporte holandés nacido en 1989. 

Recogida de pruebas

Mossos ordenó una recogida de pruebas en la habitación del sospechoso:basura de la papelera y se realizaron fotografías de las pintadas y de los papelitos encontrados. Se interrogó al personal del hotel, que facilitaron a su vez la vestimenta que habían observado que llevaba el domingo cuando se marchó. Además, sabían que Khalid conducía un turismo de la marca Opel.

Mientras el personal revisaba las imágenes de las cámaras de seguridad del hotel de Vila-seca, desde la comisaría de Salou y Vila-seca llegaba una coincidencia: un hombre que correspondía a esa descripción había entrado poco después de las 15 horas y había gritado «Mi madre» ante el estupor de los presentes. Tras ello, dio media vuelta y se fue de la comisaría salouense.

Vestido de blanco y con una chaqueta gris, conducía un coche de un color claro de la marca Opel y se había marchado de la sin conocerse su destino.

Alerta terrorista

Con los mensajes encriptados del hotel y los gritos en la comisaría, Mossos d’Esquadra enviaba poco después de las 19 horas del domingo una alerta para «reforzar la seguridad de las comisarías y que se incremente la alerta de las dotaciones que estén operando en la calle como en el interior de la comisaría».

La alerta iba acomapañda del nombre del sospechoso, la fotografía y el número de la carta de identidad holandesa que llevaba consigo. Se añadía que un hombre de esas características se le había visto en Salou el día antes a la hora de comer.

El aviso se compartió con Policía Nacional, Guàrdia Civil y policías locales de la Costa Daurada. «Se trata de una persona que en caso de localizarlo hay que extremar las medidas de seguridad y autoprotección».

El coche en la AP-7

Desde la activación de la alerta (se filtró que podía pertenecer a alguna facción islamista en algunos medios), Mossos empezó a buscar a este turista y el coche que conducía. 

Hoy lunes poco antes de las siete de la mañana, el área de servicio de la AP-7, en Vandellòs i l’Hospitalet, explicaba que había un coche haciendo trompos en la zona y provocando inseguridad en la zona. El coche era un Opel Insignia.

La patrulla encontró a Khalid Makram descalzo y sin ganas de colaborar. Los Mossos lograron reducirlo y detenerlo y seguidamente lo llevaron a la comisaría de Mossos de Cambrisl, donde en un primer momento sólo estaba para su correcta identificación.

El ministro Marlaska

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, estaba invitado en el programa Espejo Público de Antena 3 hoy lunes por la mañana. Allí anunciaba de la localización en la AP-7 del supuesto sospechoso, incluso antes de que Mossos confirmara los hechos.

El ministro ha añadido que el ciudadano holandés carece de antecedentes de carácter terrorista, pero sí «de tenencia ilícita de armas», motivo por el cual se aconsejaba «un seguimiento, localización y ver el alcance de la conducta».

Tras interrogarlo en la comisaría, Mossos ha decidido detenerle e imputarle un delito de desorden público y desobediencia a las autoridades, pero sin ningún tipo de acusación por delitos de terrorismo. Fuentes de la investigación señalan que podría sufrir algún tipo de enfermedad mental, estremo que no ha sido confirmado.

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