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Ocho de los nueve puestos del mercado municipal de Vila-seca sustituirán mañana su género por tapas caseras elaboradas por ellos. Será a partir de las siete de la tarde y sin hora fijada de cierre. Las pescaderías servirán arroz negro, fideuá, almejas en salsa o boquerones fritos; las carnicerías, pinchos, minihamburguesas o montaditos de lomo; y las fruterías, gazpacho, sangría o brochetas de fruta. Cada parada ofrecerá tres o cuatro aperitivos distintos relacionados con los productos que venden. El precio de la tapa será de 1,5 euros. Los cuatro bares del mercado se encargarán de la bebida. Una copa de vino, una cerveza o un refresco valdrán un euro.
Esta iniciativa, que se celebrará por tercer año consecutivo, está impulsada por la asociación de comerciantes del mercado municipal (Acomervi), con la colaboración del Ayuntamiento de Vila-seca. «Prepararemos las tapas en nuestras casas y en el patio que tenemos detrás de las paradas para descargar la mercancía, explica Rodolfo Rodrigo, presidente de Acomervi.
Atraer nuevos clientes
Cada puesto sirvió el año pasado entre cuatrocientas y quinientas tapas, asegura Rodrigo. En los pasillos colocarán mesas y sillas para que los asistentes puedan degustar cómodamente sus propuestas culinarias. «Las dos ediciones que hemos organizado hasta ahora han sido un éxito, se llenó de gente, y esperamos que esta vaya todavía mejor», añade. Será la primera vez que lleven a cabo esta iniciativa un sábado. Las dos anteriores fueron en viernes.
«Con esta iniciativa pretendemos darnos a conocer y atraer a nuevos clientes, sobre todo a los jóvenes, que son los que menos vienen al mercado municipal», concluye el presidente de Acomervi.
