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La prolongación del Camí de Ronda es una de las grandes apuestas del Ayuntamiento de Salou como uno de los activos turísticos que deben ayudar al municipio a desestacionalizar la temporada veraniega. Y a tal efecto el consistorio ha decidido acometer un tramo más desde el Far del Cap de Salou, que es donde queda cortada la ruta ahora mismo. En concreto en la zona de Pinos Mar y en la calle Falconera. Allí se han iniciado unas obras que consisten en la ampliación y pavimentación de las aceras para dar continuidad al camino en este caso por el interior, ya que los acantilados complican su paso enfrente del mar en ese punto.
Los trabajos comenzaron el pasado jueves con la instalación de vallas provisionales, un contenedor de escombros y la presencia de una máquina excavadora. Tendrán una duración de tres meses y un coste de 48.378,67 euros (IVA incluido).
Las obras, sin embargo, han cogido por sorpresa a los vecinos de la zona, que aseguran que no han recibido información alguna, ni de las obras en sí ni tampoco de su inicio.
Los residentes de la calle Falconera se sienten agraviados por el enorme perjuicio que representa para ellos la ampliación de la acera, ya que provocará la desaparición de una treintena de plazas de aparcamiento en una zona donde es muy limitado y el acceso en coche, indispensable al no haber parada de autobús ni existir ningún tipo de servicios cercanos (ni farmacia ni panadería).
Los vecinos de la calle colindante, la Roca Peixera, son los otros grandes afectados por la misma razón.
«Lo mínimo que podía haber hecho el ayuntamiento era informarnos primero de lo que querían hacer y tratar de buscar una solución, porque la supresión de estas plazas es un enorme problema para quienes residimos aquí», lamenta una de las vecinas afectadas, Rosa Gispert.
«En el edificio en el que vivo yo por ejemplo, el Costa Pins Mar, hay 74 apartamentos y solo una cuarentena tienen plaza privada de párking; no hay para más coches. Si ya de por sí era complicadísimo aparcar antes de las obras, imagínate ahora», añade Rosa en referencia a los alrededores de esa vía, donde hay otros dos edificios de apartamentos, el Rose Marie y el Náutico.
Las obras afectan también a una plaza de zona y descarga y otra de minusválidos que había frente al edificio Costa Pins y que ahora mismo están inhabilitadas.
«No existe ninguna alternativa de aparcamiento en centenares de metros de distancia», explica por su parte otra de las vecinas de la calle Falconera, Loti Fontrodona, para quien «es incomprensible que estas mejoras tengan que implicar perjuicios tan graves para los residentes de esta zona». Lamenta además que las obras hayan empezado justamente encima de la campaña turística de verano, cuando la ocupación es máxima en la zona.
Loti, experta en paisajismo y urbanismo, considera que «este pequeño tramo es incongruente porque luego no hay continuidad hasta La Pineda». Y añade que existía la posibilidad de que el Camí de Ronda pasara frente al mar, «como sucedía antiguamente y como ocurre en otros tramos aquí mismo en Salou».
Los vecinos, que han puesto el caso en manos de los servicios jurídicos de la comunidad de propietarios, han iniciado incluso una campaña en change. org titulada ‘Paralización Obra camí de Ronda de Salou’. En su texto solicitan «que se paren inmediatamente las obras iniciadas y que se tenga en consideración la problemática y el perjuicio ocasionado a los vecinos para articular una solución que pueda ser satisfactoria por ambas partes».
Una alternativa
Sobre esta polémica el alcalde de Salou, Pere Granados, ha manifestado que «se está trabajando una alternativa que supondrá una solución para los vecinos y vecinas de la zona, dado que se generarán más plazas de aparcamiento que las que había actualmente».
Sin concretar cuál es esa solución Granados asegura que las obras actuales «permitirán también que no se obstaculice el paso y la movilidad de los peatones por la acera actual, muy estrecha y con frecuencia ocupada por vehículos». Para el alcalde, «lo más importante es favorecer la calidad de vida de las personas y su seguridad».
Granados asegura además que la ampliación de la acera estaba aprobada en el proyecto del Camí de Ronda entregado al Ministerio de Transición Ecológica.
