Mabel Lozano denuncia en un documental presentado en Cambrils la trata de mujeres

La cineasta toledana presentó ‘El Proxeneta’, basado en el testimonio de un condenado por prostitución arrepentido

28 noviembre 2018 19:13 | Actualizado a 30 noviembre 2018 13:27
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Cuando el Músico, un exproxeneta condenado y sentenciado por prostitución coactiva y trata de personas y expropietario de más de una docena de los burdeles más importantes de España, escuchó por primera vez en un informativo a un político español hablar de la legalización de la prostitución con la intención de acabar con las mafias y mejorar los derechos sociales de las prostitutas, le entró la risa floja.

«No daba crédito a lo que había escuchado. Aquel político quería exactamente lo mismo que ellos, bueno, que sus exsocios, él ya estaba retirado de la noche tras salir de la cárcel. Ese hombre con traje y corbata tenía el mismo discurso que ellos, unos iletrados, macarras, tratantes de mujeres y proxenetas», explica Mabel Lozano.

La cineasta toledana presentó en el Cinema Rambla de l’Art de Cambrils el documental El Proxeneta, donde denuncia la trata de mujeres y relata cómo políticos y empresarios son cómplices de este delito en España. Miles de mujeres, a veces con apenas 18 años, llegan como «pura mercancía» desde República Dominicana, Colombia, Paraguay, Nigeria o el Este de Europa para prostituirse.

La película es el relato de El Músico, quien tras más de 35 años en el negocio de comprar y vender sin escrúpulos a mujeres, de someterlas a vejaciones, de explotarlas física y económicamente, decidió contar los entresijos de esta actividad ilegal ante la cámara.

Al inicio, en los años noventa, eran dominicanas pero con la llegada masiva de colombianas a España se impusieron las prácticas mafiosas y esa lógica se instaló para todas las mujeres, daba igual del país que procedieran. Los rumanos contribuyeron a mantener esas redes de extorsión y engaño, según el testimonio del arrepentido.

«Es un negocio barato para el proxeneta, con beneficios inimaginables», detalla El Músico. Cada mujer traída de América cuesta a los delincuentes como máximo 1.000 euros (300 para el captador y 600 del pasaje de avión) y llega a España con una deuda de al menos 6.000 euros, a lo que se suman pagos diarios por cuota de cliente, alojamiento, comida... «Es todo ganancia», admite El Músico, que reconoce que en los pueblos donde él tenía sus burdeles financiaban equipos locales de fútbol, fiestas patronales, eventos, siempre con el beneplácito del alcalde y al lado de otros empresarios locales.

Con su película, Lozano pretende «remover conciencias» y «hacer una llamada a los políticos» para que actúen con el objetivo de erradicar todas las firmas de proxenetismo. La trata no fue tipificada en España hasta 2010. «Hace 12 años era algo de lo que no nadie hablaba», dice, a la vez que reclama leyes: «No existen una legislación en nuestro país, todo es muy laxo»

¿Acabar con las mafias? «Pero si son precisamente las mafias quienes quieren legalizar la prostitución para poder campar a sus anchas como hacen sus compadres en Bélgica, Holanda o Alemania. Allí, muchos de sus jóvenes cachorros, a los que ellos habían enseñado el oficio, habían montado ya burdeles, pero no porque les fuera mal en España, sino porque la legislación regulacionista les beneficiaba», concluye.

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