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El presidente del Patronat de Turisme de la Diputació, Martí Carnicer, fue el encargado ayer de oficializar las cifras de una excelente temporada en la Costa Daurada, y principalmente a las tres ciudades que son su motor: Salou, Cambrils y Vila-seca.
El aumento de 8 puntos respecto a la campaña 2015 se argumentan por la estabilidad política española en comparación a otros destinos del Mediterráneo: desde Turquía pasando por todo el norte de África. «Ha sido una buena campaña, pero no debemos esconder que ha sido atípica por razones sociopolíticas de otros destinos. El reto es aprovechar la coyuntura y fidelizar estos nuevos visitantes que han venido».
El incremento más destacado ha sido del mercado británico, donde ha habido un 25% más que hace un año. El mercado ruso, por su parte, se recupera lentamente con un porcentaje del 8% más respecto la campaña de 2015. El mercado español, el más importante de la Costa Daurada, ha bajado del 52 al 50%, «pero ha incrementado el número de pernoctaciones», añadió Benet Presas, responsable del Patronato de Turisme de Salou.
La situación política de 2017 puede generar cambios tanto en los mercados de origen como en el destino. Inglaterra está inmersa en la salida de la Unión Europea (Brexit) y la Generalitat ha fijado una hoja de ruta para separarse de España. Para Carnicer y los patronatos de Salou, Cambrils y Vila-seca, «la situación para 2017 augura unas buenas perspectivas tanto del mercado británico como el español». El presidente del Patronat de la Diputació recordó que «dentro del mercado español una buena parte son visitantes catalanes y no creo tampoco que tras tanto tiempo conociendo la situación política catalana sin afectar a la presencia de turistas españoles vaya a cambiar para el próximo año».
Los patronatos recordaron que la tasa turística recogida se ha empleado en promocionar el destino de calidad y que se seguirá en esta línea de trabajo para seguir consolidando el turismo en la Costa Daurada.
