'Me disfrazo de dinosaurio para sacar una sonrisa a los niños de Cambrils'

El disfraz de T-Rex de Matías Ibarra se ha hecho viral en las redes cuando sale a pasear con sus dos perros

30 marzo 2020 16:01 | Actualizado a 06 abril 2020 11:20
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Matías Ibarra pasaría inadvertido en cualquier calle o plaza de Cambrils. Sus vecinos sí lo saludarían, pero más allá de su piso de la calle Foix es un anónimo más en la villa marinera.

Otra cosa, pero, es que saliera a la calle con su indumentaria de dinosaurio, Trexi se le ha renombrado en las redes sociales. Entonces la popularidad de este constructor de barcos se multiplicaría exponencialmente. Su disfraz de T-Rex, adquirido en Halloween de 2019, se ha hecho viral en las redes sociales.
«Fue una conversación entre los vecinos que me pincharon y por eso salí con él puesto a pasear a los perros», admite este empresario.

Matías asegura que se toma muy en serio las órdenes de confinamiento y que «en ningún caso me he burlado de las medidas obligatorias. De hecho, no he incumplido ninguna, aunque me levantaron un acta la Policía Local por ir disfrazado», explica.

Según su versión, un agente de paisano lo abordó de vuelta a casa de pasear a sus dos perros. Le insultó -afirma- y le pidió el DNI en la puerta de su casa. «Bajó con él hasta la calle donde había una patrulla y yo me demoré unos minutos para sacarme el disfraz», asegura.

La patrulla de la Policía Local le levantó un acta asegurando que había ido con sus perros a medio kilómetro de su casa, distancia que él asegura que es errónea, porque pasea sus mascotas en la rotonda de debajo su portal o en el cauce de la Riera d’Alforja, a menos de 200 metros de distancia de su piso.

Matías se negó a firmar e hizo una foto. Considera que ahora no es el momento de ir a comisaría a reclamar y en todo caso remarca que «más aislado que el disfraz de T-Rex nadie sale a la calle».

Desestresar a los pequeños

Matías Ibarra admite que el disfraz no es nada cómodo. Lleva un pequeño ventilador interior que permite mantener el volumen del dinosaurio por encima del cuerpo. «Y sólo soy yo en los vídeos que paseo los perros. No he ido a tirar basura ni a comprar. No es nada práctico», admite.

Más allá de la apuesta entre el vecindario. Matías Ibarra ha visto que el T-Rex es un reclamo para los niños y niñas que salen al balcón cada día. «He recibido mensajes de que pase por una calle u otra para que los niños vean al dinosaurio, pero les contesto que no está permitido y que se tienen que conformar con los vídeos de las redes sociales», explica Ibarra, que asegura que «sacar una sonrisa a los pequeños y distraerles de este confinamiento por el Covid-19 ya vale la pena pasear a los dos perros disfrazado».

A pesar del acta de la Policía Local, Ibarra asegura que seguirá saliendo a la calle cuando saque a pasear a sus dos perros vestido de Trexi. «No tengo ninguna intención de saltarme ninguna regla ni orden policial. Creo que cumplo perfectamente el confinamiento y lo único que deseo cada vez que salgo de T-Rex en la calle es arrancar una sonrisa a padres e hijos», concluye.

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