Jordi Rovira: «Me sabe mal acabar la carrera con clases online»

Estudiante de Cambrils

01 noviembre 2020 11:38 | Actualizado a 03 noviembre 2020 09:07
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Un total de 25 personas de localidades tarraconenses explican cómo es la vida en lugares de especial complejidad: la erosión emocional, el miedo a la enfermedad, la indignación con la gestión política, la preocupación por la situación en los centros sanitarios o la desesperación por haber perdido el trabajo son sentimientos que transitan por estos ciudadanos, en algunos casos trabajadores esenciales.

Son empresarios, autónomos, emprendedores, estudiantes, deportistas o desempleados de lugares como Tarragona, Reus, Sant Carles de la Ràpita, Mont-roig del Camp, Tortosa, El Vendrell, Prades o Valls.

«Esta segunda ola me da más miedo que la primera; no por los contagios, sino por todas las consecuencias económicas y sociales que puedan tener las medidas restrictivas. El toque de queda no me parece bien porque te quita mucha libertad. Soy partidario de que se apliquen medidas pero parece que ahora solo nos quieren para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. El confinamiento perimetral por municipios es lo que llevo peor, tanto yo como otros jóvenes con los que me relaciono. Ya no podemos ni tener vida social, y tener contacto con otras personas que no sean del núcleo familiar es muy importante para nuestra salud mental. Son momentos para disfrutar cuando no estás trabajando ni estudiando. Estoy estudiando cuarto de Enología en la URV.

Es mi último año de carrera y el curso se inició con las clases online. En el primer confinamiento, en marzo, las clases telemáticas eran la novedad, pero empezar el cuarto curso en septiembre ya directamente a través de la pantalla hace que el seguimiento sea más complicado porque sabes que vas a estar así todo el año. Estás todo el rato delante del ordenador y no tienes ese contacto diario presencial con tus compañeros y profesores. Con las clases online creo que pierdes esa ilusión de ir a la universidad cada día. Me sabe mal acabar una carrera que tanto me gusta de esta manera porque los primeros tres años he estado muy bien, con mucha ilusión y ganas». 

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