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En 2014, un grupo de torrenses decidieron okupar las dos naves industriales, situadas en el número 87 de la carretera T-214, que en su día fue la sede de Construcciones Loroga, empresa que se vio obligada a suspender su actividad con la crisis de 2008. Una vez cerrada, durante varios meses, se produjeron actos vandálicos y robo de material en este espacio conocido popularmente como Les Naus.
Desde entonces, esta antigua nave industrial fue reconvertida, desde la diversidad y la autogestión, en un punto de encuentro donde se han realizado talleres, conciertos, charlas, actividades, reuniones e incluso pases cinematográficos. Hasta este miércoles a primera hora, cuando se consumó el desahucio programado por Anida Operaciones Singulares, una companyia vinculada al BBVA, y que es la actual propietaria de estas naves torrenses.
El pasado 27 de mayo, los usuarios de Les Naus hicieron una llamada colectiva ante el primer intento de desahucio. El juez daba la razón a la empresa propietaria de estas naves e invitaba a marcharse a los okupas. Aquel día, la mediación logró una prórroga que hasta este miércoles a primera hora se mantuvo activa.
Había una nueva llamada social para defender Les Naus y cabía la posibilidad que la resistencia obligara a usar la fuerza por parte de los Mossos, desplegados con 13 furgonetas antidisturbios, patrullas de seguridad ciudadana y una ambulancia del SEM por si las cosas se torcían.
El desahucio estaba previsto para las 9, pero el dispositivo policial llegó antes con la finalidad de evitar una gran concentración de okupas en las puertas de Les Naus. Uno de ellos se encontraba en el interior cuando «sobre las 7.45 han golpeado la puerta. Pensaba que eran mis compañeros y he abierto. Al ver que era la policía les he dicho que llegaban muy pronto», afirmaba uno de los usuarios de estas naves.
Sin incidencias, se han cambiado las cerraduras y s eha instalado una alarma en estos localesLos Mossos le obligaron a salir y fue identificado, al igual que todas las personas que se acercaron hasta la zona a partir de las 9, hora de la convocatoria de resistencia. «Nos han tenido en un espacio controlados y nos han identificado, sin ningún motivo, simplemente por nuestra seguridad y porque ellos hacen su trabajo», relató otra de las asistentes. Los okupas de Les Naus conocieron la fecha del desahucio el martes por la mañana, poco antes de la ejecución.
En el interior de la nave quedaron neveras, comida, mobiliario y otras pertenencias de los okupas que aseguraron que «no se ha llegado a un acuerdo para poder recogerlo todo puesto que no estaban dispuestos a dejarnos entrar». Los cerrajeros cambiaron las llaves para impedir el acceso y se instalaron alarmas. Poco antes del mediodía se desmontó el operativo, se dispersaron los okupas y Les Naus volvieron a su dueño.
