'Muchos decían que se lo llevó un tsunami'

Como muchos niños argentinos, Laureano Clavero creció en su imaginario de fantasía con la leyenda del hotel Mar del Sud. Un lujoso establecimiento que, contaban,  se construyó en el gran arenal que debía dar pie a una gran zona de veraneo en la costa atlántica del país, pero que desapareció.

«Tenía grandes columnas, arcos y muros con alargadas ventanas», han relatado los abuelos a sus nietos durante generaciones. Los descendientes de quienes vivieron la época de la construcción del hotel relatan que durante generaciones han escuchado cómo un tsunami se lo llevó, que el mar acabó engulléndolo e incluso que fue una leyenda.

Clavero, director de cine afincado en Calafell, escuchó por primera vez hablar del Hotel Mar del Sud a su padre Carlos Clavero. «Me fascinó la historia. Durante generaciones el terreno donde el imaginario situaba al hotel era el lugar prohibido para los niños». Era una zona de serpientes, cangrejales, ñandúes. Pero bajo una gran duna debía estar aquel hotel de leyenda. 

Cucharas y platos
Explicaba Carlos Clavero que de  niños clavaban un alambre en la arena y al tocar un tope excavaban con sus manos. «Entonces aparecían cucharas, tenedores y platos». Pero ¿dónde está aquel hotel que las crónicas databan en el año 1888? ¿Fue real? Porque no queda ni rastro.

Hace una década Laureano Clavero logró un viejo libro. Mar del Sud, historias y vivencias, de Osvaldo Aramendi. «Y allí había tres fotos del hotel. De cuando preparaban la inauguración. Es eso lo que estoy buscando», señaló. Las imágenes podrían ser del año 1930.

Mar del Sud es una privilegiada zona a los pies del océano, pero también un gigantesco arenal de dunas que se desplazan. Aramendi explicaba en el libro que de niño a iba a esa zona que entonces era un lugar desolado muy lejos de lo que es hoy. Había una decena de casas y el hotel Boulevard Atlántico.

Pero ¿dónde está el Hotel Mardel Sud? El director de cine se desplazó en 2007 a la zona, incluso con un detector de metales, pero no encontró nada en esa basta extensión con dunas que han llegado a tener hasta 60 metros de alto.

En la duna
Regresó en 2010. Las crónicas de Aramendi narraban la presencia del hotel junto a un antiguo cauce de agua que Clavero resiguió sin encontrar nada. «Llegué a una duna y en la arena había gran cantidad de vidrios muy finos y tornasolados. Muy extraños en una zona de casi desierto». 

También visitó a los vecinos del entorno. A los de las casas que aparentaban más antiguas. Esas construcciones tenían en  sus paredes mahones decorados con perfiles, «tapias con moldaduras e incluso las más sencillas construcciones ostentaban en sus puertas y ventanas manetas muy trabajadas». También conservaban inusuales vajillas «más aparentes para el gran hotel que en su día alguien diseñó para atraer a las clases pudientes argentinas».

Aquellos elementos no cuadraban con la historia industrial argentina de la época del hotel. «Los ladrillos y materiales de obra llegaban entonces al país desde Inglaterra y las manetas de puertas y ventanas y otros elementos, de Francia. Y no para los sencillos pueblos de la costa atlántica de entonces».

Aprovechados
La hipótesis comenzó a planear. Podrían ser materiales que en su día hubiesen sido arrebatados de una construcción de categoría y que por alguna razón quedaron al acceso de los pobladores de la costa argentina.

Laureano Clavero se mostró convencido que de debajo de aquella arena debía quedar algo del Hotel Mar del Sud. Contactó con el arquitecto Pablo Grigera, que había estudiado la desaparición del Hotel Mar de Sud, y le planteó los resultados de la investigación. 

'Te felicito'
El arquitecto la contrastó con sus investigaciones de más de una década y al cabo de unas horas llamó a Clavero. «Te felicito. Después de ciento veinte años de misterio, has encontrado el hotel Mar del Sud», dijo.

¿Que pasó con el hotel? La construccción del Mar de Sud pretendía ya entonces que fuese el pilar en torno al cual desarrollar una gran zona de turismo como las que ya había en Europa. 

La naturaleza
«Pero no funcionó. No se contó con la implacable naturaleza de la zona. Entre arenas que se desplazan y sin agua», reflexiona Clavero. «En pocos meses el hotel quedó sepultado por la arena y quizá lo derribó». Explica que viendo planimetría antigua en todo ese territorio quedan vestigios de planimetrías que se diseñaron pensando en futuros puebos que nunca llegaron a levantarse.

Laureano Clavero ha recogido toda su investigación y los resultados en el libro El Hotel Mar del Sud, un misterio bajo la arena. (Ediciones Oblicuas). El libro forma parte de la colección dedicada a biblioteca de misterio.  El trabajo puede encontrarse en la página web: www.bibliotecadelmisterio.es.

El hallazgo ha levantado una gran expectación en el país. «Ahora debería hacerse una excavación». Para ver lo que queda de aquellas historias que los abuelos han explicado a sus nietos durante décadas.