'Ningún diputado del Parlament ha movido un dedo por la C-32'

Los consejos comarcales del Baix Penedès y Garraf constituyen el Pacte del Penedès Marítim para 'exigir' soluciones

07 enero 2019 18:03 | Actualizado a 07 enero 2019 18:20
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«Cuando en su día se hizo la autopista C-32 se consideró una oportunidad para el territorio», recuerda la presidenta del Consell Comarcal del Garraf, Glòria Garcia.

A principios de la década de 1990 la C-32 permitió salvar las Costas del Garraf y llegar a Sitges desde Barcelona en unos 15 minutos. Y ayudó al crecimiento de la comarca.

Finales de los 90
A finales de la década la autopista llegó a El Vendrell. Esa autopista era una alternativa rápida y segura a una carretera panorámica como la C-31, pero desfasada y peligrosa por la que ahora pasan hasta 18.000 coches al día.


Pero ahora esa autopista no sólo no aporta «ninguna ventaja», sino que supone barreras que castigan al Garraf y al Baix Penedès. Al territorio, a las empresas, a la dinamización y a sus vecinos, como destaca la presidenta del Consell Comarcal del Baix Penedès, Eva Serramià.

Ya explicado
Nada nuevo que no supiesen ni las comarcas ni la Generalitat, Porque se le ha explicado durante más de una década.  Pero la respuesta de la Generalitat ha sido otra subida del peaje. 22,14 euros cuesta ir de El Vendrell a Barcelona y regresar. «Nos ha indignado mucho la subida», dicen las dos presidentas comarcales del PDeCat. «Siempre se nos ha hecho anuncios de mejora y no se han materializado».

¿Y ahora qué? Los consejos comarcales activan lo que denominan Pacte del Penedès Marítim que a semejanza del Pacte de Berà para pedir mejoras en la carretera N-340 y que la autopista AP-7 sea una alternativa, «exige, ya no pedimos, ahora exigimos», soluciones para la movilidad en el Baix Penedès.

El Pacte del Penedès Marítim comienza con los dos consejos comarcales y pretende incorporar a Vilanova, Cubelles, Cunit, Calafell y El Vendrell. Pero también a los municipios del interior de ambas comarcas. Porque también están afectados», señala Eva Serramià.

Está todo explicado a la Generalitat, pero el Consell Comarcal del Garraf quiso tenerlo documentado con cifras, por lo que encargó un estudio que ratifica el impacto que el coste de la C-32 tiene para las comarcas.

Las exigencias
Con las cifras, el Pacte del Penedès Marítim, llevará a la Generalitat la exigencia de «reducir el tránsito de la C-31, la bonificación total del peaje de Cubelles y  descuentos en el peaje de Vallcarca».

Esas peticiones se han llevado ante diferentes consellers y gobiernos de la Generalitat sin que se haya conseguido algo.

El peaje de las Costas del Garraf es el tercero más caro de Catalunya, detrás de los de Vallvidriera y el del Cadí, pero estos tienen importantes bonificaciones para los vecinos del territorio. Entre los años 2011 y 2018 el peaje de la C-32 ha subido un 18%.

«Siendo además las comarcas en las que menos inversiones ha realizado la Generalitat y donde el PIB más bajo (17.000 € cuando las comarcas vecinas supera los 20.000 euros). «Hasta nuestras empresas se quejan porque se peaje es una barrera para sus trabajadores».

Adhesiones
Los dos consejos comarcales ya han redactado un documento que pasarán a todos los municipios para que den apoyo.
Las presidentas del Garraf y del Baix Penedès recordaron a todos los diputados del Parlament de Catalunya, «de todos los partidos». La presidenta del Consell Comarcal de Garraf señala a los diputados en el Parlament de «no haber movido ni un solo dedo» para solucionar el problema del peaje para las comarcas.

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