«No pudimos con el vendedor del ‘top manta’. Ahora tratamos de llegar al comprador»

La venta ambulante ilegal ya viste los paseos y mercados de la costa. Ha abierto temporada. Ayuntamientos y cuerpos policiales han iniciado las acciones para tratar de frenar esta práctica 

28 abril 2018 17:14 | Actualizado a 30 abril 2018 10:40
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Combatir el top manta no es tarea fácil. Es una práctica que lleva años instalada en la costa tarraconense. Una postal habitual durante prácticamente la mitad del año en determinados puntos del litoral. Cambrils, El Vendrell, La Pineda, Miami Platja o L’Hospitalet de l’Infant, entre tantos otros núcleos turísticos, tienen que lidiar con la venta ambulante ilegal año tras año. Hasta hoy, disuadir al vendedor ha sido prácticamente imposible. Así que ahora la apuesta generalizada se centra en alcanzar al comprador. Tratar de concienciarle para que no consuma en este tipo de ‘comercios’ que venden, sobre todo, bolsos, zapatillas o polos –los CD ya son historia–.

Uno de los puntos donde más se concentra el problema a diario y durante toda la temporada es la zona del Cap de Sant Pere, en Cambrils, justo en la frontera con Salou. Esta semana ya se han dejado ver a diario, principalmente por las tardes. Desde el Ayuntamiento no quieren hacer declaraciones al respecto, pero los cuerpos policiales ya han empezado a desarrollar sus acciones en esta zona. Y es que se trata de uno de los puntos donde se genera más controversia en temporada alta.

La zona del Cap de Sant Pere, en Cambrils, es uno de los puntos donde más se concentra el 'top manta'. Está justo en la frontera con Salou

Un mercado paralelo

En L’Hospitalet de l’Infant, el top manta no aparece cada día. Se concentra los domingos en el mercado ambulante semanal. «Podría decirse que montan uno paralelo. Pueden llegar a ser 120 o 130 'manteros', en temporada alta. La semana pasada eran medio centenar», señala Jordi Jiménez, jefe de la Policía Local de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant.

El responsable del cuerpo policial local se ha reunido esta semana con los Mossos d’Esquadra para tratar precisamente esta cuestión. La idea es establecer lazos de colaboración. Trabajar de forma conjunta. «Queremos cambiar un poco la dinámica. El año pasado incidimos sobre todo en el vendedor. El primer día funcionó pero luego ya no. No hubo manera. Ahora iremos hacia el comprador, con campañas dirigidas a vecinos y turistas», explica Jiménez. El Ayuntamiento creó en 2014 una ordenanza de convivencia que contempla sanciones –de unos 300 euros– para el cliente, y el decomiso del material adquirido.

Responsables de la Policía Local de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant se han reunido esta semana con los Mossos para abordar el tema

Los cuerpos policiales y los ayuntamientos son conscientes de que la solución definitiva debería llegar de organismos superiores. «Si desde arriba no se controla más, será complicado. Antes estaba regulado en el código penal. Se despenalizó. Y ha ido a peor», remarca Jiménez. Prepararán carteles, y campañas en los campings y hoteles para tratar de ayudar a concienciar al cliente potencial.

Juan Gallardo, concejal de Seguretat Ciutadana de Mont-roig del Camp, señala que su prioridad este año será «la prevención, contención y concienciación, nuestra política de siempre». Tratar que el tema no vaya a más. Subraya la colaboración policial como clave. Y ve imprescindibles las acciones de concienciación hacia el comprador. En Miami, el epicentro es la playa Cristall. «Pero el marco legal no nos ayuda nada», insiste.

Los ayuntamientos insisten en que debería haber una regulación más estricta desde organismos superiores

Gallardo señala que el problema es especialmente complejo. «Hay una parte de la sociedad que les apoya. Y no hay manera. Es importante que se den cuenta de que, cuando compras productos falsificados, haces daño a los comerciantes, al intermediario, al fabricante, al creador, a las administraciones públicas...», dice el edil, que lamenta que «el nivel de permisividad es alucinante, histórico, cuando está perseguidísimo en otros lugares de Europa».

Proteger la cadena de valores

Los consistorios insisten en que es clave trabajar para proteger el comercio local y la cadena de valores. «Lo ideal sería tener capacidad para que no se llegaran a instalar las ‘mantas’. Pero es un problema muy grande y un ayuntamiento no puede solucionarlo. Tampoco las policías locales y los Mossos juntos. Falta algo más», remarca Gallardo, insistiendo en la importancia de realizar operativos conjuntos y trabajar todos en una misma dirección.

El Ayuntamiento de Vila-seca también se ha puesto a trabajar. Se impulsan patrullas mixtas de la Policía Local junto con los Mossos d’Esquadra, similar a las que ya han llevado a cabo en los últimos años. Asimismo, y además del control de la Policía Local en la playa, fuentes del consistorio añaden que también se hará vigilancia puntual en el paseo marítimo.

El Vendrell apuesta por la vigilancia privada

El Vendrell ha apostado por acciones distintas. Impulsa la vigilancia privada como apoyo a la policía. Ya lo hizo el año pasado. Y esta temporada repetirá. Aun así, la medida generó controversia y policías locales denunciaron que era un paso hacia la privatización. De momento, esta medida no se extiende a otros municipios.

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