Pocos árboles arraigan en la reforestación del Comú de Calafell

Unos 500 vecinos plantaron más de 2.000 ejemplares para recuperar la montaña

08 octubre 2020 10:36 | Actualizado a 08 octubre 2020 10:45
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A finales del pasado año y principios de este 2020 decenas de voluntarios participaron en una plantación de más de 2.000 árboles en la montaña del Comú. El objetivo era reforestar una zona muy castigada por los incendios.

La iniciativa la impulsó la marca de moda ecológica One Oak para sensibilizar a la población en la protección de los bosques. Se plantaron algarrobos, pinos y encinas en una montaña protegida entre Calafell y Segur.

Otros 1.000 árboles para la montaña del Comú de Calafell

Vecinos de Calafell plantaron un millar de árboles entre encinas, pinos y fresnos en una zona en la montaña del Comú, en espacio protegido que sufrió un incendio hace años. El pasado noviembre ya se hizo otra acción similar en la misma zona con otros 1.000 árboles y la participación de vecinos para recuperar la zona.

Pero gran parte de los árboles no han arraigado. La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (Arba) ha visitado los terrenos y comprobado que la gran mayoría de ejemplares no ha prosperado.
 

Arba destaca que tras una plantación debe realizarse un seguimiento. «Es mejor plantar menos y volver a regar en caso de sequía como este verano». También pide una mejor planificación y selección de los árboles a plantar. 
 

Protectores
Los que se colocaron tenían unas raíces que imposibilitaban su desarrollo en el entorno natural. La entidad también señala la necesidad de recoger los protectores de plástico. Muchos han quedado plantados y otros escampados por la montaña al ser arrastrados por el aire. El resultado no era descartable ya que habitualmente esas reforestaciones no prosperan aunque sí que logran una concienciación sobre la necesidad de conservar los bosques.


Arba Penedès valora en este sentido la intervención pero pide  «seguir trabajando para recuperar el bosque con mas siembra directa y plantaciones para acortar un poco el periodo de recuperación y enriquecer la biodiversidad de la zona». También reclama que se haga un seguimiento más exhaustivo y trabajar con entidades ecologistas y con voluntarios.

Bellotas
Ahora se plantea para la zona realizar otra intervención: la siembra de bellotas de diferentes especies como encinas y robles y dejar que la naturaleza siga su curso. Muchas de las bellotas no prosperan, pero las que lo hacen permiten un brote asentado en el entorno natural y que las raíces se extiendan en busca de agua. Es el sistema que intenta acelerar el proceso natural.


La entidad lamenta que no se haya hecho un seguimiento y riego en la zona. El consistorio se justifica en que el confinamiento ha dificultado el mantenimiento.

Las reforestaciones de terrenos son difíciles de que tiren adelante y más en zonas mediterráneas con suelos pobres y sometidos a posibles largos periodos de sequía.

Tras el incendio de un bosque es la naturaleza quien dicta los procesos y el tiempo y la mano humana puede ayudar pero siguiendo ese ritmo. Es lo que los expertos definen como proceso de sucesión secundaria.

Primero matorral
Significa que tras la deforestación de un bosque con el tiempo comenzarán a aparecer matorrales y arbustos y llegarán los pinos blancos, que tienen poco valor ambiental, pero que son necesarios para dar paso a otras especies como la encina y los robles.

El pino blanco es una especie transitoria hacia la recuperación del bosque. Por eso lo que debe hacerse es  procurar que tengan espacio y agua para que siga la evolución natural cuando brotan.

Cien años

Es un proceso lento, de hasta cien años para llegar a bosques de encinas y robles, y que difícilmente puede agilizarse. Las medidas necesarias para garantizar la continuidad es un seguimiento y cuando surgen los brotes de encima realizar clareos para que tengan la luz suficiente.

En todo caso los expertos señalan que las reforestaciones  tienen el valor de la concienciación, y de los árboles que puedan salvarse pero para ello es necesario realizar un mantenimiento.

La situación de confinamiento en Calafell ha impedido realizar el riego en la reforestación que se hizo en la montaña del Comú.

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