Polémica por la ocupación ilegal del carril bici que une Cambrils y Salou

Los manteros abundan en la frontera entre los municipios, una zona poco controlada y alejada del centro

19 mayo 2017 22:21 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:37
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Ellos, sus mantas y sus productos ‘low cost’ se esparcen a lo largo del paseo marítimo entre Cambrils y Salou, como en otras muchas localidades, con la llegada del buen tiempo y en busca de turistas. Los manteros ofrecen bolsos, gafas de sol y camisetas, entre otros artículos, sobre las blancas telas que hacen de escaparates con el objetivo de llamar al cliente.

Uno de los puntos donde abunda la venta ambulante es el Cap de Sant Pere de Cambrils, en el límite con Salou, justo donde empieza el barrio de Vilafortuny. Es en esta zona en la que, al caer la tarde, los manteros se ubican en las aceras que tocan el carril bici que une ambas ciudades. Los expositores y la gente que se siente atraída por ellos ocupan toda la zona e impiden el paso a aquellos que quieren darle su uso original. Esto obliga a muchos ciclistas a circular andando, bajados de sus bicicletas. Dicha situación cuenta con el peligro que, sobre todo en época de verano, el carril bici, que es de doble sentido, está muy transitado dado que estas poblaciones reciben muchos turistas.

Algunos usuarios del carril bici y residentes en la zona se preguntan qué sentido tiene este carril si no lo pueden usar como tal, ya que está invadida por los manteros y, cuando lo hacen, la gente les increpa creyendo que es una zona peatonal. Además insisten en que el tramo del carril lo pagan los habitantes con sus impuestos. Uno de ellos asegura que le fastidia tener que desviarse por la carretera teniendo que jugársela con los vehículos que circulan por la avenida Diputació.

Este mismo parecer lo comparten unos turistas que aprovechan las pocas horas de la tarde en las que el carril está despejado para salir en bici. Ellos aseguran que los manteros empiezan a colocar sus puestos a partir de las nueve de la noche y ahí montan sus puestos hasta la una de la madrugada. «Parece como si el lugar fuera suyo», aseguran.

 

‘Esto parece la playa de Dakar’

Esta situación no solo afecta a los ciclistas o peatones, muchos establecimientos cercanos a esta zona han visto reducir sus ventas y advierten de que hay un aumento de manteros. Antonio Sánchez, propietario de una tienda de souvenirs cercana al paseo, se siente desesperdo ante esta situación. Asegura que se quejó al Ayuntamiento y que aún espera respuesta. «Es una guerra perdida, nadie me hace caso», confiesa. Para el empresario, los vendedores ambulantes son la mayor empresa que existe entre Salou y Cambrils: «Cien manteros mueven al día veinte mil euros, con el agravante de que todo lo que venden es falso». En este sentido, afirma que están afectando a la economía de muchos, entre los que se incluye. E insiste: «Es una vía pública, no se puede circular, no se puede pasear, ni fotografiar el paisaje. Parece la playa de Dakar».

En la misma línea opina una empleada de una tienda cercana de artículos de deporte. Asegura que la presencia de los manteros les afecta porque ahora ya venden de todo y nadies les dice nada. Y asegura que «la Unió de botiguers de Cambrils tiene el tema más que tratado». De hecho, sostiene que hace varios años repartían folletos para concienciar a la gente, «pero no sirvió de nada».

Los comerciantes expresan su malestar por la presencia de los ‘top manta’ y coinciden en que es la zona más problemática por ser la que tiene menos control policial y por ser la zona más alejada de los núcleos de Cambrils y Salou.

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