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La pancarta con el lema Llibertat Presos Polítics del Ayuntamiento de Torredembarra ha generado controversia desde el primer día. El pleno del pasado mes de marzo acordó colgarla en la fachada del consistorio. Y estos días ha vuelto a estar en el centro de atención después que un grupo de personas arrancara de nuevo la lona. Ya es la segunda vez que ha sido sustraída. A raíz de este suceso se ha reabierto el debate y la polémica. Una vecina del municipio ha dado a conocer que el Ayuntamiento de Torredembarra se negó a retirar la pancarta por la celebración de una boda civil. «El alcalde de mi localidad mancilló, de forma gratuita, ese día de alegría a los contrayentes», explica Carmiña Tonijuan una de las amigas invitadas a la boda.
La pareja se casó a principios de mes de septiembre. Tanto los novios como la familia solicitaron al Ayuntamiento que retirase esa pancarta de la fachada durante dos horas. El tiempo que aproximadamente duraría la ceremonia. «¿Por qué? Sencillamente no podríamos hacer fotos de la fachada del Ayuntamiento sin que saliera esa dichosa pancarta (…) Ese Ayuntamiento que vive de todos nosotros, sí, de todos sin exclusiones. Eso sí, para poder casarse en ese maravilloso patio, tan bonito y emblemático, los novios tuvieron que abonar un extra de 280 euros», lamenta Carmiña.
La amiga de los novios puso de manifiesto que no comparte el mensaje de esa pancarta, aunque «como ciudadanos de a pie debemos respetar, pero no en un día como ese (…) la gente estaba muy cabreada. A los novios les supo muy mal y prefieren olvidarlo», relata. Y asegura que tampoco se imagina las fotos de boda de unos novios independentistas con una bandera española de fondo. El día de la boda «nadie se quiso hacer la foto de la vergüenza», explicó.
El alcalde, Eduard Rovira se negó rotundamente aduciendo que se trataba de un acuerdo del pleno. «Yo no tengo la capacidad de decidir», recuerda el edil, que expone que no se ha retirado nunca por ningún motivo la pancarta aparte de cuando «nos la arrebatan».
Precisamente esta es «la actitud» que molestó a Toni Cruz de Ciudadanos. Los familiares de la pareja contactaron con él para que mediara en la situación. El concejal llamó al alcalde y le dijo que no de forma «rotunda, no lo consultó ni con su equipo de gobierno, para mí no es coherente». Y según Cruz, Rovira le contestó que a él tampoco le parecía bien que hubiera «presos políticos». Y recuerda que solo le pedían que la quitaran por dos horas, durante la ceremonia. «Me supo muy mal», concluye.
La pancarta que reclama la liberación de los presos políticos ha sido arrancada hasta dos veces de la fachada del Ayuntamiento. La última vez fue de madrugada el pasado 8 de noviembre por un grupo de personas. «La intolerancia no hará callar el mandato democrático que emana del acuerdo adoptado en el pleno de Torredembarra del 15.03.18, en virtud de la cual se volverá a colgar», explicaba el consistorio a través de su cuenta de Twitter.
Controversia por la pancarta
El pasado 19 de junio fue sustraída por primera vez por el Grupo de Liberación Penedés, que lo reivindicó a través de su cuenta de Twitter. Entonces el 5 de julio se colocó otra vez pero en esta ocasión en el tercer piso para evitar que fuera arrancada de nuevo.
El alcalde de Torredembarra ha asegurado que se volvería a reponer la lona aunque se está acabando de decidir cuál sería su futura ubicación.
El pasado 8 de noviembre de madrugada también robaron por segunda vez la misma pancarta del Ayuntamiento de Montblanc.
La CUP denunció la presencia de grupos de extrema derecha «armados»
La CUP de Torredembarra denunció que «grupos de extrema derecha armados y encapuchados» fueron quienes retiraron por la noche y por segunda vez la pancarta que reclama la libertad de los presos políticos de la fachada del Ayuntamiento. La formación política critica que esta gente «se ha podido pasear por el centro del pueblo con total impunidad», hasta el punto de que la policial local no tenía constancia. Aseguran que hay un agente del cuerpo policial «que se dedica a sacar lazos con un cuchillo y amenazar a los ciudadanos que lo miran».
