«Preferirían tener menos riquezas en el país... y poder vivir»

Rubén Navarro, vecino de Calafell, crea una ONG para ayudar a huérfanos en orfanatos de Kenia 

20 enero 2019 19:32 | Actualizado a 20 enero 2019 19:49
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Detrás de la barra del bar del puerto de Segur de Calafell Rubén Navarro, escuchó a la joven que había sido voluntaria en Kenia. «Ayudó a un orfanato. Allí muchos pequeños son abandonados. De no ser por las organizaciones de ayuda....». El puerto de Segur de Calafell concentra la fiesta en el municipio. En la cabeza de Rubén se agitaba lo que veía aquí y la imagen que en su mente clavaron las palabras de la voluntaria. «Decidí que tenía que hacer algo».

El vecino de Calafell decidió participar como voluntario en uno de esos orfanatos gracias a los que los niños están acogidos, protegidos de bandas y mafias y pueden comer. Aprovechó unas vacaciones y aterrizó en Kenia tras contactar con la ONG Voluntarios en Kenia. En el país hay más de dos millones de pequeños huérfanos y el gobierno lleva a miles de pequeños a los centros

Boletos de ayuda

Unos amigos habían realizado un proyecto y recogido dinero que entregaron a Rubén. También realizó sorteos y vendió boletos para recoger dinero. La cantidad fue para destinarla a ayuda. El viaje lo pagó de su bolsillo. «No sabía lo que me iba a encontrar». En el orfanato Baby Life Rescue Center de Mombasa comprobó que las palabras de aquella joven en el bar del puerto de Segur se habían quedado cortas. «Por las necesidades que hay y por el trabajo que hacen los voluntarios». Pero también por las posibilidades de ayuda.

Así que Rubén, junto a otras voluntarias de Alicante, Bea y Begona, decidieron crear la ONG Niños de Kenia. «El objetivo es poder recoger ayuda para enviarla». Pero también dar visibilidad a la situación de los pequeños en Kenia.

Cincuenta chavales

Con la iniciativa, Calafell ya tiene una ONG para ayudar al orfanato de Kenia. El objetivo es poder establecer unos lazos para poder colaborar para la cincuentena de chavales que pueden comer y también poder intentar tener un futuro. Voluntarios y media docena de mujeres atienden y juegan con los chavales. «Lo te devuelven en miradas y sonrisas no es comparable con nada», explica el voluntario de Calafell.

Kenia es un país donde además sus playas, paisajes, riqueza deberían ser un aval de potencia. «Pero su riqueza es muy codiciada. Es su condena. Preferirían tener menos riqueza en materias primas, en terreno.... y poder vivir».  Algunos chavales del orfanato explicaban que les gustaría se futbolistas, «pero sobre todo sueñan con ser médicos, profesores, científicos.... Piensan en trabajos con los que puedan ayudar a los demás. Y saben que la única salida estudiar». Pero falta ayuda.  Para más información y poder colaborar ha creado el Facebook Niños de Kenia y en Instagram Children_of_Kenia.

La Coca-cola no es un mito. Rubén Navarro lo ha comprobado en el terreno. «Con lo que cuesta una Coca Cola, en el orfanato come un niño un día». Por eso considera que en los municipios deben surgir entidades que se centren en las ayudas a proyectos concretos y conocer el destino de la ayuda.

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