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El pasado fin de semana Bonastre sufrió una oleada de actos incivismo que han alarmado a los vecinos y temen que se repitan en lo que queda de verano.
Además del coste económico que supondrá reparar las vallas de madera que destrozaron los vándalos, también hubo situaciones de riesgo como la quema de los restos que había en un contenedor destinado a la runa de obras.
Contenedores de basura volcados y lanzados por terraplenes fueron otros de los actos que la localidad sufrió durante el fin de semana.
No es sin embargo que la localidad sufre ataques de carácter vandálico. Hace dos años diversas casas aparecieron con las cerraduras selladas con silicona.
Decapitar
El pasado año unos gamberros decapitaron la estatua de Santa Magdalena que hay en los jardines del entorno de la iglesia. La cabeza pudo recuperarse pero la estatua tuvo que ser restaurada.
Los actos de vandalismo coinciden en el verano y en los periodos vacacionales. El Ayuntamiento ha destacado el coste que suponen esos daños para las arcas municipales.
En anteriores ocasiones pidió colaboración de los mossos d’esquadra para realizar patrullas de vigilancia. También pide colaboración ciudadana para ayudar a identificar a los responsables de los actos vandálicos. Los vecinos señalan que además de los destrozos en el mobiliario y bienes públicos algunos grupos de jóvenes también generan ruidos y molestias.
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